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Keila entraba a su habitación con muchas miradas en ella, la mayoría de los que pensaban que ella era un peligro, aún que todos lo eran al ser asesinos. Cuando entro a su habitación se saco la sudadera que traía puesta y la blusa que tenía debajo, tuvo que sacarse la blusa con cuidado ya que la sangre hacía que ésta se pegara a su piel. Cuando quedo en puro sujetador se sentó en la cama y se miraba ambos disparos que recibió de Jane, se sorprendió al ver que la bala que le llego en la espalda casi la atravesó, solo le faltaban unos centímetros.

Nos separaremos y te ayudare con las balas, ¿Te parece?

Si, solo ayúdame rápido por favor.

Ambas se separaron, Kayla amarro su cabello rojizo para que no le estorbara y tomo unos bisturí, unas vendas, una aguja e hilo.

—No me digas que...—empezó a decir Keila pero Kayla la interrumpió.

Solo coseré la herida más profunda, la otra solo la vendare. Recuéstate.

Keila obedeció y Kayla con un bisturí abrió en donde estaba a punto de salir la bala. Keila pego un pequeño grito de dolor al sentir el bisturí enterrarse.

—No grites, sospecharan.

—Es que...duele—se quejó Keila.

Y seguirá doliendo, porque ni siquiera te he sacado la bala.

Dejo el bisturí a un lado y con sus dedos sacó la bala llena de sangre, la herida comenzó a sangrar más que antes.

Creo que la bala detenía alguna hemorragia, no creo que sea grande.

—¿Y ahora que?—le pregunto Keila adolorida.

El sangrado parará por si solo.

Kayla le pidió a Keila que se acostara boca abajo ya que la bala suele llegó en un costado no avanzo mucho. Sacó la bala sin problemas pero Keila sentía un dolor insoportable y pego otro grito.

—Termina rápido—le rogó Keila.

Falta limpiar las heridas, coser la más profunda y vendar ambas heridas.

Limpio las heridas con alcohol, cosa que Keila sentía como si le quemaran. Solo se quejaba intentando no pegar ningún otro grito para no alarmar a los demás, pero en realidad, si vemos como están todos con Keila, solo pensarían que esta gritando para llamar la atención. Kayla tomo la aguja e hilo y comenzó a coser ambos lados de la herida más grave.

Listo—dijo Kayla cuando termino con ambos lados y miró la otra herida—Creo que lo más recomendable es coser esta herida también, así tardara menos en cicatrizar.

—Si tu crees que es lo mejor.—dijo Keila adolorida.

Kayla termino con la herida y Keila se sentó e la cama dejando que le vendaran las heridas, le vendo casi la mitad del vientre.

Simple Mortal -Creepypasta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora