Quiero pensarte (SkyDragon)

Capítulo 1. Celos

Caminé directo hacía él, apretaba mis puños mientras a zancadas acortaba la distancia. Él estaba hablando con la rubia maldita de las fotos, estaba muy enojada con él, ¿Cómo se atrevía a tener esas fotos en su celular? ¿Por qué tiene ese vicio? ¿No entiende que es jodidamente perfecto y miles de chicas están a la espera de una oportunidad? En ocasiones como esta es cuando quisiera gritar a los 4 vientos nuestra relación; pero desde que vi la reacción de sus fans ante el rumor de Kiko, mejor me quede callada. Pobre mi amiga por ayudarme salió perjudicada. La familia YG, nuestras familias y amigos lo sabían, algunos fans lo sospechaban, otros lo deseaban y habían las que lo odiaban, extrañamente muchas chicas prefieren verlo con alguno de los Seung Hyun que con cualquier chica; amaba leer las historias que algunas fans hacían de nosotros... SkyDragon era nuestro apodo, algunas eran un poco raras y con muchas escenas de sexo... sexo... él es bueno en eso, si tan solo ellas supieran todo lo que es capaz de hacer... mi mente empezó a divagar a tal grado que casi olvido que estaba haciendo.

– ¿Buenas noches?– Saludé sin mirar a Taeyeon y dirigí la atención a mi querido novio.

–Hola (?)– Enarcó una ceja – ¿Pasa algo CL?– sus ojos me miraban confundido y avergonzado.

–Los dejo, iré a saludar a los demás.

–Claro, un gusto saludarte Tae– Ji Yong la despidió con la mano.

–Hasta luego– dije de mala gana, en ningún momento aparte la mirada de él; sonrió por educación... eso quería decir una cosa... estaba avergonzado de la mala manera.

– ¿Me puedes explicar qué diablos fue eso?– La sonrisa desapareció y una mirada de furia se hizo presente, estaba molesto... no me gustaba verlo molesto... en otra situación hubiera tratado de hacerlo sonreír pero también estaba molesta, no molesta... enojada, no enojada... ¡FURIOSA!

– ¿Qué hacías hablando con ella?– cerró los ojos y lanzó un suspiro mientras sus labios esbozaban una sonrisa burlona.

– ¿Es en serio? ¿Me vas a hacer una escena de celos por esto?– ¿esto?

– ¿Te parece poco?– extendí la mano en la que traía su teléfono y lo golpeé en el pecho con ella.

– ¡Si! Lo dejé en tu casa ¿Qué tiene de malo? No es la primera vez, no jodas– tomó el teléfono y sin mirarlo ni nada lo metió en su bolsillo.

– ¿Por qué tienes fotos de ella entonces?– me crucé de brazos y lancé la mirada de odio.

– ¿De qué diablos hablas?

–No me salgas con eso. Tienes fotos de ella en tu galería y no son fotos relativamente decentes déjame decirte– lo último lo dije en un tono de voz un poco alto por lo que algunas personas nos estaban viendo.

– ¿Te parece si mejor hablamos esto en otro lugar?– me tomó del brazo y caminó hacia el fondo del hermoso jardín trasero; no me había percatado de lo perfectamente decorado que estaba. Las luces, los colores, las flores, el aroma, todo era hermoso. Llegamos a una parte del jardín que estaba completamente oscura; la luz de la luna era lo único que nos alumbraba, estábamos solos y mi cuerpo por un momento quería dejar de pelear y lanzarse encima de él para hacerle el amor de manera salvaje, pero mi enojo venció a mi pasión –aquí está mejor– me soltó el brazo y se dedicó unos segundos a ver el lugar –No puedo creer que pelearé contigo aquí cuando podría...

–Ni lo intentes– No lo dejé terminar, ¡Dios pensamos lo mismo! No es que fuera un Christian Grey en la cama pero sabía lo que hacía... ¡¡Chaerin concéntrate!! Me regañé a mi misma –Explícame porque están esas pinches fotos en tu teléfono– me alejé un paso de él, su perfume era embriagante y no me dejaba concentrarme –No me digas que no sabes de que hablo– sacó su teléfono del bolsillo y revisó su galería; vio las fotos de las que estaba hablando.