Capítulo 9. Mucho gusto... Ajiotito

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Mi corazón latía con fuerza, las manos me sudaban, estaba nerviosa.

–Chaerin– la suave voz de Elly me distrajo un momento –te presento a tu bebé– seguía con los ojos cerrados, mordiéndome el labio inferior hasta que un suave sonido me llenó de calma –te está pidiendo verlo– era un sonido familiar pero único, no se escuchaba fuerte y con la velocidad que recuerdo.

–Es...– no pude terminar la frase, giré mi rostro para poder ver el monitor mientras unas cuantas lágrimas rodaban por mi mejilla.

–Si, es su corazón– sonreí mientras veía por el monitor, mi corazón seguía latiendo rápidamente mientras escuchaba el de mi hijo, no podía borrar de mi rostro la sonrisa que tenía.

–Mucho gusto... Ajiotito– estaba completamente feliz en ese momento, era increíblemente hermoso ver a mi bebé. Elly me fue explicando lo que se veía en el monitor, su cabecita, sus manitas, podía imaginar cada aspecto de él cuando la escuchaba.

–Chaerin tu bebé está bien, mide 30 milímetros.

–Es muy pequeño.

–Tiene buen tamaño, es un bebé sano.

– ¿Es niño?– pregunté rápidamente sin pensar, Elly sonreía mientras negaba.

–Eso aún no lo sé, tienes 9.2 semanas de gestación. Ya se formaron sus órganos sexuales pero no puedo verlo tan fácilmente, en el siguiente ultrasonido lo sabremos.

– ¿9.2 semanas?– pregunté extrañada.

–El equivalente a dos meses y 4 días– me di cuenta de que Elly no dejó de sonreír desde que entre.

–Gracias Elly.

– ¿Por qué?

–Por ser buena conmigo– mis lagrimas volvieron a aparecer sin permiso, hormonas pensé mientras las limpiaba. Hizo unos cuantos movimientos con la computadora.

–No tienes nada que agradecer– tomó unos pañuelos que tenía a un lado y con cuidado me los paso por el vientre, limpiando el gel –a partir de ahora tendrás algunos cambios en tu cuerpo.

– ¿Qué cambios?– la miré levantándome con cuidado de la cama.

–vómitos, reflujo, mareos. Tu bebé se está moviendo constantemente aunque tu aún no lo sientes, recuerda que tiene que crecer, así que tu vientre crecerá poco a poco para darle espacio– asentí y me senté frente a su escritorio mientras ella hacía lo mismo –tienes que tener mucho cuidado, el primer trimestre del embarazo es el más peligroso– la escuché, aunque no puedo afirmar que presté atención al 100% de lo que dijo, mi mente se iba algunas veces al pensar en Ajiotito.

....

– ¡¿Dónde diablos estabas?!– TOP se acercó a mí, estaba molesto y me gritó al verme entrar.

–Salí, que tiene de malo.

–que no avisas, ¡¡pensamos que te paso algo!!– se cruzo de brazos, los demás chicos llegaron al escuchar sus gritos.

– ¿de qué hablas? Estoy bien– Tae lo tomó del hombro para que se calmara.

–Perdona Chaerin, es que Ji nos pidió que te cuidáramos– dijo Tae al ver mi rostro, ¡Ji! ¡No soy una niña!, estaba agradecida pero si quería que alguien me cuidara, debió ser él.

–Está preocupado por las marcas en tus nudillos– Dae se apoyó sobre la pared mientras me veía –sabe que tuviste una crisis– ¡mierda! ¿Cómo rayos me conoce tan bien?

Quiero pensarte (SkyDragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora