Parte 2

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-"Aun no estoy segura de esto, pero solo espero no arrepentirme y querer asesinarte después."- Pensó Fan, pero a pesar de que entrara casi a la fuerza por Bladimir, dentro de ella había una pequeña parte que realmente si quería entrar

Una vez que subieron las escaleras, ya en la puerta de la casa, observaron que en esta había diseños había diseños parecidos a pequeñas estrellas, que quizá alguna vez fueron rojas y negras, pero con el tiempo fueron perdiendo el color.

Esta vez fue ella quien se aproximo y toco la cerradura, que tenia la cara de una mujer, que ellos suponían había vivido ahí y debió ser muy guapa en vida.

El la miraba con sorpresa, ya que al haber llegado al final de los escalones se quedaron inmóviles frente a la gran entrada, admirando los diseños, o por lo menos eso creía Bladimir, puesto que solo el lo hacia, ella sumida en sus pensamientos, recordaba y analizaba las palabras de su hermano: " Eres valiente, la más valiente de la familia. Eres una Blackthornder y lo que te propones lo logras". y sin más pensar comenzó a avanzar hacia la puerta, con intención de abrirla, pero algo ocurrió al tocarla.

Sintió como un brillo ilumino todo, de pronto el mundo había cambiado y solo podía ver castillos y cortes, algunos Ángeles con alas negras y lo que sabia eran Vampiros, una copa de oro, dos tronos vacíos, ambos con coronas sobre ellos, tenían nombres, pudo distinguirlos: Stephania -Bladimir.

Soltó de golpe la puerta y se movió hacia atrás tambaleándose, casi desmayándose, si no hubiera sido por su hermanos quien la atrapo, cayendo al suelo.

-¿Que paso? ¿Estas Bien?- Pregunto mientras sostenía a su hermana contra su regazo.

Por una momento no respondió, solo miraba la puerta, la imagen de aquella mujer, la vio en su visión. De pronto comenzó a parpadear y mover la cabeza, recobrando el sentido. Movió lentamente los ojos observando a su alrededor para terminar en los de su hermano: Un Dorado Claro sobre un Verde Esmeralda.

-Fan, ¿Estas bien?; ¿Puedes Contestarme?- Pregunto con su tono de preocupación.

Ella comenzó a sentarse, sosteniéndose sobre sus codos, al verla el le ayudo y puso una mano tras su espalda como apoyo. Lo miro, le dedico una sonrisa y dijo:

-Tranquilo hermano, no pasa nada, estoy bien- se dibujo una pequeña sonrisa en su rostro y toco su mejilla- creo que, como dijiste me estaba alterando demasiado por lo del letrero y mis presentimientos, pero solo eso.

-Segura, yo no creo que haya sido por eso- la miro con ojos preocupados.

-Segura, porque no me crees- Dijo ella, tratando de disimular-

-Cuando tocaste la puerta, te quedaste muy quieta, no te movías y veías hacia la cerradura y de pronto te balanceaste hacia atrás, ¿Qué paso?- Su tono fue más serio y tenia ese toque de hermano mayor.

-No lo se, Bladimir, estoy bien.... No lo se- Su voz sonó molesta y se fue apagando hasta convertirse en un susurro poco a poco.- Perdón, tranquilo todo esta perfecto- beso su mejilla y se levanto.

-Esta bien, ¿Segura que aun quieres entrar?- Su voz sonaba un poco más relajada- Tal vez podríamos volver después.

-No, segura, vamos- Su voz fue una mezcla de enojo y presión, pero Bladimir no lo noto. Ella no quería entrar, no quería contar lo que había visto, pero tambien sabia que si no lo hacían ahora, el regresaría cualquier noche solo y lo haría. Así que se relajo y soltó el aire de pronto-VAMOS- extendió la manos hacia su hermano, quien aun se encontraba sobre el suelo de rodillas, la tomo y juntos empujaron la puerta hacia adentro.




Hija de la Noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora