Parte 4

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-¿Qué?- Su semblante se torno confundido, pero sin temor, entonces miro a Fan y ella solo le mostro su mano derecha.

-Hoy está pasando algo muy extraño- Dijo sin mirar a Fan- Sabes que, mejor vamos a seguir viendo la casa. ¿Te parece?- Dijo sonriéndole.

Ella solo asintió y los siguió.

-Oh, por cierto, porque me preguntaste lo de mi cabello- Dijo nuevamente pasando las manos por el mismo y con un semblante más divertido.

-Oh, es que cuando te vi, o mejor dicho lo vi, era de un dorado claro, un rubio luminoso, y si mal no recuerdo, es dorado castaño, ¿No?- dijo mientras caminaban hacia las escaleras que conducían a la planta alta.

-Si, así es, es dorado castaño, pero no sé porque lo habrás visto de otro color.- Dijo pensativo- Es muy raro. Además a mi me encanta el color de mi cabello, no me lo pintaría por nada. Jamás.- Puso sus manos sobre su cabello en señal de protección.

-Tienes razón, es tan extraño, también el hecho de que nos bastara la luz de luna para ver, incluso aquí adentro donde casi no hay luz, solo entra un poco por la cúpula del techo de la sala.- dijo señalando a la sala- y otra cosa, cuando tu estuviste parado debajo de ella, tenias un aspecto muy pálido y brilloso, ¿Por qué Blad?

-Fan, todo esto es igual o más desconcertante para mí, como para ti, y no sé que esté pasando, lo único que si tengo claro es que es demasiado extraño y nos está afectando, de alguna manera- Dijo mientras estaba sentado en uno de los escalones.

-Pero, ¿Por qué a nosotros?; es decir, mis amigos y los tuyos han venido y nunca nos han dicho que les haya pasado algo como esto- Dijo ella, recargada sobre el barandal de la escalinata que subía al siguiente piso.

Mientras ellos seguían reflexionando y pensando en lo que les estaba pasando, un extraño ruido, al parecer proveniente del piso de arriba, los interrumpió haciéndolos voltear inmediatamente hacia arriba.

-¿Qué fue eso?- Dijo Stephanie asustada.

-No lo sé, Fan, No lo sé- Dijo levantándose y tomando su mano- pero tenemos dos opciones- Dijo mirando hacia el piso de arriba.

¿Cuáles?- Pregunto nerviosa.

-Una, nos quedamos y subimos a revisar- Dijo aun mirando hacia arriba.

-¿Y la segunda?- Dijo aun nerviosa.

-La segunda, retirarnos, y quedarnos a salvo- Dijo ahora mirando a sus manos sobre la barandilla- ¿Qué dices?- Miro a Stephanie.

-Creo que me gusta más la dos.- Dijo mirando de Bladimir a la puerta de salida.

Sintió como la adrenalina y el miedo se combinaban y pensó que quizá eso era lo que había hecho que tuviera mayor fuerza y velocidad momentos atrás.

-Muy bien, tomaremos la segunda, ok.- Apretó un poco la mano de su hermana.

-Ok- Dijo, mirando nuevamente de su hermano a la puerta y viceversa.

-Vamos- Bajo del escalón y se dirigieron a la puerta.

En ese momento algo o alguien aterrizo justo frente a ellos, impidiendo su salida. Intentaron volverse para subir, pero nuevamente algo se interpuso y los acorralo. Stephanie apretó la mano de su hermano, quien en su mente, solo deseaba salir y estar a salvo.

De pronto se dieron cuenta de que ya no solo eran dos quienes los acorralaban, si no más, eran alrededor de 10 y seguían aumentando.

Sin más camino por detrás o adelante, Bladimir, miró a Stephanie, la miro a los ojos y ella supo al instante lo que decía- Ellos eran tan cercanos, demasiado unidos, que habían aprendido a leer sus miradas, siempre se decía que al conocer a alguien tan bien, era fácil.- se soltaron las manos y el corrió hacia la ventana y ella hacia las escaleras, intentaron dispersar a sus atacantes. Stephanie subió sin poder ver a su hermano, una vez arriba, pudo visualizar mejor y se dio cuenta de que lo que les impedía salir, era más bien "alguien", recordaba su visión, pero de pronto alguien la interrumpió y ella corrió hacia el extremo posterior, subiendo por otra hilera de escalones, al llegar al final de ellas, y tocar la barandilla tuvo una visión, vio a su hermano en traje de combate, con una espada plateada y brillante enfundada que sobresaltaba detrás del hombro y unos colmillos que le sobresalían en su dentadura perfecta, sus ojos verde esmeralda, ahora eran azul plateado y su cabello como lo había visto , dorado claro- rubio luminoso, mirándola y llamándola.

Ella soltó la barandilla a tiempo para darse cuenta de que la seguían y estaban a punto de atraparla, cuando bajo las escaleras a tal velocidad que sus agresores apenas la vieron.




Hija de la Noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora