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Kyungsoo se apresuró para ir a su salón, no había podido pegar el ojo toda la noche, la mirada del chico no era de lujuria, no era odio, no tenía ningún sentimiento en particular, solamente era lo que podía llamar algo normal, pero aún lo incomodaba.

Llegó justo a tiempo, pocos minutos después el profesor había entrado y cerrado la puerta detrás de él, comenzando a tomar asistencia.

Trató de enfocarse en el estudio, pero los datos que el profesor decía acerca de la primera guerra mundial se escabullían entre sus oídos y salían de estos. No quedaba nada dentro.

Era la hora del descanso, pero el menor de ojos grandes seguía distraido.

— Kyungsoo desde la mañana has estado ido— le dice Minseok

— No es así, solo estoy pensando en algo— le responde el pelinegro

— Es raro verte atontado tan temprano— ahora es Yi Xing quien le habla

— ¡De qué estás hablando! yo nun— el pelinegro intentó refutar pero antes fue interrumpido por otro compañero de clases

— Kyungsoo, el profesor Junmyeon quiere que vayas al laboratorio de biología

— Eww— el pelinegro respondió gruñendo

— Debe ser porque has estado faltando a sus clases— le dice Minseok

— ¡Suerte Kyungsoo! — le dice Yi Xing

Se levanta de su asiento y se dirige al laboratorio a regañadientes.

— ¡Este chico es realmente un caso!— dice Yi Xing mientras cruza los brazos

— Existe una gran brecha entre su apariencia y su personalidad— agrega Minseok mientras sonríe

— ¡Si tan solo todos se dieran cuenta de eso! nadie se acercaría a él, creo que somos los únicos que lo hicimos, después de todo él...—

— Él es el más violento de nosotros— termina de decir Minseok mientras Yi Xing asienta con la cabeza

El pelinegro se dirigía al laboratorio de biología arrastrando los pies, realmente no le importaba lo que le fuese a decir el profesor, su clase era aburrida, pero desde ahora iba a hacer caso a Yi Xing, tenía que aplicarse, después de todo no quiere separarse de sus nuevos amigos, ellos parecían poder soportar su carácter.

Cuando el pelinegro abrió la puerta del laboratorio no había ningún profesor, solo había un grupo de chicos que le esperaban dentro.

— Ustedes no son el profesor Junmyeon ¿o sí?— dice el pelinegro de forma calmada — ¿qué hacen aquí?— Kyungsoo se apoyó de espaldas en la puerta, intentaba abrirla pero lo habían cerrado desde afuera

— Te equivocas, yo también me llamo Junmyeon— dice uno de los chicos

— Debiste confundirte con el profesor— le responde otro

Se escuchaban risas dentro del laboratorio.

— ¿Sabes Kyungsoo? a mi no me van los chicos pero contigo no tendría problema alguno— uno de los más altos le estaba hablando

— Sí, sí es que tienes una cara tan bonita — le responde otro

Ninguno de ellos estaba en su salón, ni tampoco pareció verlos entre los salones de primero, eran estudiantes de otros grados.

— A mi me gusta la cara de Luhan pero desde que me enteré que está con el presi no es lo mismo— dijo un tercero

— Él ya tiene pareja, además el presi da miedo— le responde un cuarto

— Sin en cambio Kyungsoo parece el más tranquilo— dice el más alto — será más fácil contigo—

El pelinegro estaba harto, ese tipo de chicos era lo que más repudia, eran ellos a los que le gustaría hacer trizas y hacerles arrepentir por el resto de sus vidas el haberlo engañado

— Kyungsoo somos 4 contra ti ¿lo entiendes no?— le responde el tercero

— Lo sé, si al menos estuviese con Luhan algo cambiaría aquí— dice el pelinegro mientras saca de su bolsillo una navaja — pero antes de ser violado por ustedes, al menos a uno de ustedes les sacaré los ojos con esto— dice el pelinegro mostrando la navaja ante los chicos, siempre la traía consigo, estar sin ella era lo mismo que estar desnudo

Un escalofrío recorre por las espaldas de los mismos, el pelinegro hablaba en serio, no estaba mintiendo, la sonrisa que mostraba mientras empuñaba la navaja solo empeoraba la situación. Puede que el pequeño tenga una cara bonita, puede que sus ojos grandes le diera una imagen más inocente de lo que es, los chicos se dieron cuenta de que el pelinegro era diferente a lo que imaginaban, no era tan frágil como imaginaban.

— Oigan chicos saben que somo cuatro ¿no?— la voz del más alto parecía dudar mientras lo decía.

Los demás chicos se dieron cuenta de ello, eran más en cantidad, el pelinegro puede ser todo lo peligroso que quiera, pero si saben cómo actuar podrían callarlo y someterlo. Primero tienen que quitarle la navaja, sin esta se volverá inofensivo, luego uno a uno podía coger cada brazo y pierna dejándolo inmovilizado, pero antes de poder armarse de valor y atacarlo la puerta del laboratorio se abrió de repente.


Have an excuse in that love ✄ ChansooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora