¡Aléjate de mi!
—Bill (1)—Todo comenzó cuando el estúpido de seis dedos tuvo a una hija.
Una mocosa idiota y un objeto distractor para Ford.
Afortunadamente, la madre de esa pequeña murió cuando ella nació.
Aunque de alguna forma también es un evento desafortunado, ¿Saben por que? Porque gracias a eso, adivinen quién tiene que cuidarla.
Era de cabello castaño como él de su padre. Bueno, para ser sinceros, heredó todo de su padre, excepto sus extraños seis dedos.
Rodé los ojos cuando la niña —de 5 años—, corría por todo el sótano.
¿Saben que es lo peor? ¡Qué yo la tengo que cuidar! ¿Ya lo había dicho? ¡No importa!
No soy un niñero, soy un ser de pura energía sin debilidades.
Aunque si quiero que Ford avancé rápido en su investigación, no me queda de otra.
—¡Bill! —chilló la mocosa, cuando jalé su cabello.
—¡Quédate quieta! —chasquee los dedos, provocando que ella se viera envuelta en llamas azules. —Así esta mejor~
—¡Bill! —exclamó el castaño.
El sonido de los pasos acercándose, hicieron que me sobresaltara. Volví a chasquear los dedos, provocando que la niña se viera libre de todo fuego azul.
—¿Qué pasa, seis dedos?
—Yo sólo venía a... —se vio interrumpido.
—¡Papi! —exclamó la castaña. —¡Bill es malo!
—¡Me halagas! —exclamé.
La pequeño infló sus mejillas.
—¿Ya terminaste tu investigación, Ford?
—¿Qué? Oh, no. —suspiró. —Es sólo que... Quería pasar tiempo con mi hija, ya sabes...
Fruncí el ceño. A este paso no termináremos nunca.
—Escucha, cerebrito. —reí. —Puedes estar tranquilo. Yo cuidaré bien a tu... —hice una mueca. —Hija.
—¿Estas seguro, Bill?
—¡Por supuesto!
—Es sólo que... Ella puede ser algo inquieta. —le alborotó el cabello.
Rodé los ojos.
—Si, ya lo note. —murmuré entre dientes.
—¿Dijiste algo?
Lo miré y negué.
—¡No, nada! —reí. —No importa, Fordsie, yo puedo cuidarla. —afirmé. —Además, ella y yo nos llevamos muy bien, ¿Verdad, pequeña?
—¡No! —exclamó la mocosa.
Fruncí el ceño, antes de volverme a ver al castaño.
—¡Ja, niños!~ siempre bromeando.
—Entonces... Sólo quiero pedirte que la cuides bien, Bill.
—Estaremos arriba. —tomé a la niña en brazos. —El sótano es peligroso, tienes a muchas criaturas encerradas.
—Tienes razón. —se acercó, para pellizcar la mejilla de su hija. —Te portas bien, ¿Si? Hazlo por tu padre.
—¡Por favor, Ford! No tienes de que preocuparte. —bufé. —Nosotros somos los mejores amigos, ¿No es así, _____?
Y ella me abrazó por el cuello.
—¡Sip! Los mejores amigos.
Ford sonrió.
—Esta bien...
[...]
La niña corría de un lado a otro, mientras yo la seguía por todo el lugar.
—¡Basta! ¡Ya deja de correr!
—¡No!
Chasquee los dedos y ella cayó al suelo.
La levanté, admirando un raspón en sus rodillas. Claramente, ella comenzó a llorar.
Rodé los ojos y la subí a la mesa.
—Oh, vamos. —dije buscando entre lo cajones de la cocina. —Tu padre debe de tener esas cosas que usan los humanos cuando se lastiman. —bufé.
—¿Curita? —asentí. —Están en el botiquín.
Facepalm.
[...]
Fue un día largo. Luego de que "curara" los raspones de la mocosa, me obligó a sentarme, mientras me hacia peinados.
Y lo esta haciendo justo ahora.
—¡Te ves hermosa, Bill!
Fruncí el ceño.
—¡Soy hombre!
Me jaló el cabello. Me quejé.
—¡Oops! Lo siento. —rió.
—¡Ah! ¡Aléjate de mi!
Esto es ridículo, se supone que yo debería de estar engañando al padre de esta niña. Haciendo tratos, destruyendo cosas, ¡Pero no! ¿Y me hago llamar demonio?
Cuando Ford termine esta invetigacion, saldrán otras y así sucesivamente, ¿Tendré que estar al lado de esta maldita niña toda mi vida?
Espero que no, es irritable.
Oh eso pensaba.
—12 años después—.
Recibí otro golpe en la cara, al intentar abrazarla.
—Oh, vamos... —me sobé mi mejilla. —¡_____, es sólo un abrazo!
—¡No! ¡Aléjate de mi!
Ahora ella tiene 17 años.
Y esto es lo que llamo Karma.
✨💫✨💫✨💫✨💫✨💫
Espero que les este gustando esta serie de One Shots>u<.
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One Shots: Gravity Falls.
FanfictionUna serie de One Shots, con tus personajes favoritos de Gravity Falls. ¡Espero que les guste!❤️.