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20 de febrero, 2015


Desperté con el ruido que había abajo, joder, ¿por qué se me pasó por la mente darles llaves?
Salí de mi habitación y bajé las escaleras, donde me encontré con Calum volteando panqueques.
-Hola, Mike - dijo alegre, hasta podría decir que emocionado.
-Hola, ¿qué haces aquí tan temprano? - (n/a: cabe decir que eran las 13:00, pero para Mike era temprano) pregunte asombrado de que el moreno estuviera levantado, vestido, y en mi casa.
-Vamos a salir todos hoy, Luke y Ash deben estar por llegar, ve a cambiarte mientras termino de preparar el desayuno - dijo Calum quien posteriormente, pegó un panqueque en mi techo. Lo miré con odio -Lo siento, estoy aprendiendo. - Dijo, yo sólo rode los ojos. - Lo limpiaré. - Como si fuera una opción.

Subí a mi habitación y me tomé unas pastillas, la fiebre ya no estaba, pero tenía un fuerte dolor de cabeza. No quería averiguar a dónde me llevaban los chicos, no tenía ganas de salir, no tenía ganas de nada últimamente.

Llegaron los demás, comieron lo que Cal preparó, a Luke le cayó el panqueque del techo en la cabeza, Cal dijo que conduciría, todos rieron fuerte y Ash le quitó las llaves. Yo me mantenía ahí. Sólo mirando. Observando callado. 
El camino se hizo corto, llegamos a una pequeña playa, nos bajamos del coche y nos sentamos encima de toallas que pusimos en la arena.
Escuché a los chicos hablar, beber cervezas (n/a: Ash no) y los vi fumar, por supuesto que me ofrecieron, pero como dije, no tenía ganas de nada. No risas. No bromas. Ni siquiera palabras. Nada me quitaba esa sensación de que algo estaba mal.
Me acomodé un poco más, y mis párpados comenzaron a pesar, las voces se hicieron lejanas, el ruido del mar era cada vez más tranquilizante y de pronto, caí en un profundo sueño.

Cuando desperté debíamos irnos, me pasé toda la tarde durmiendo, y me sentía como la mierda. El chico rubio tomó mi temperatura, Ash dijo que hace un buen rato intentaban despertarme, y Cal dijo que iríamos al hospital. Me negué.
-Chicos, estoy bien, es sólo un resfriado - Luke me miró y abrió su maldita boca.
-Has dicho lo mismo hace semanas, Mikey, por favor, sólo es un doctor y serán unos minutos, no tiene porqué asustarte - pero no me asustaba él, me asustaba el pronóstico, me asustaban los resultados y mi estado. No quería saber.
- No es nada chicos, lo prometo - mentí, de nuevo.
- Bien, cuando estes muerto, no será nuestra culpa- dijo Ash, y nos subimos al auto. Se acabó el tema, y el viaje permaneció en silencio.

Un momento, este no es el camino a casa. Oh mierda

- Hey, ¿a dónde vamos?- pregunté preocupado
- Al hospital, ¿en serio pensaste que te librarías tan fácil?- Detuvo el auto, joder.

Without you; MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora