Say you'll love me again

Capítulo 4: La Pelea

Para la mañana siguiente, tanto Alicia como Adrián madrugaron para verse cada uno por su cuenta, pero había algo con lo que los dos jóvenes no contaban y era que Adrián no conocía el lugar y dio tantas vueltas el día anterior que ni el mismo supo cómo había llegado hasta ahí, cuando quiso hacerlo esa mañana no encontraba el sitio, la hora del encuentro se acercaba y él seguía muy lejos, tratando de seguir sus propios pasos, pero era inútil.

Mientras ella ya estaba esperándolo él no tenía ni idea por donde se encontraba, para las diez de la mañana Adrián seguía buscando y ella esperándolo hasta que dada las once de la mañana se dio por vencido. Sabía que a esa hora probablemente ella ya no estaría y decidió regresar a su casa, por su parte Alicia ya decepcionada empezó la tarea de todos los días vendiendo pasteles caseros en la ciudad para poder vivir.

En la ciudad todos la conocían en su tarea diaria de vendedora de pasteles y de la misma manera le tenían cariño a ella y a su madre la señora Aurora. Esa mañana al encontrarse con su amiga Helen le contó lo de Adrián y que no se presentó a la cita de ellos, Helen le sugirió no pensar en eso ya y que lo olvidara pues no valía la pena lamentarse por ello y mucho menos estar triste.

-Tienes razón Helen además ni lo conozco así que lo más probable es que él ni siquiera se haya acordado

Mientras tanto en la casa de él estaba igual o más triste por haber faltado, pensado en que había quedado como un mentiroso, nada levantaba su ánimo hasta que llegaron a visitarlo, sus dos mejores amigos, los mismos dos jóvenes que habían llegado la noche anterior: Michael y Jimmy.

La alegría de verlos fue muy grande que por un momento olvido lo que lo mantenía tan apenado

-Nada como el hijo prodigo regresando a casa -dijo Jimmy cuando lo abrazo, Adrián sonrió

-Soy un hijo prodigo que nunca quiso irse -contesto este

-Cuando somos niños no podemos decidir mucho por nosotros mismos -intervino Michael antes de abrazarlo también

-Bueno es algo que está cambiando Mike -Adrián en verdad se alegraba de verlos

-Es bueno que estés con nosotros amigo

-¿Cómo han estado ustedes?

-Nuestra vida es normal y aburrida -dijo Jimmy- ¿Cierto Mike?

-Pues no tanto así pero supongo que la de Adrián es mejor

-Bien propongo que hay que cambiar eso -dijo su amigo

-¿Has ido al pueblo ya? -pregunto Michael

-Aún no apenas llegue ayer y di una vuelta por el bosque que hay en nuestras tierras

-¿Les parece bien si vamos ahora y damos una vuelta? -propuso Jimmy

-Moción aprobada amigo James -bromeo Adrián así que él y los hermanos salieron para dar una vuelta por la pequeña población. No fueron en carruaje sino en caballos individuales a paso lento y mientras Jimmy los divertía con sus ocurrencias. Cuando el joven Jimmy se adelantó un poco más que los otros dos, Adrián le contó a Michael acerca de la joven que había conocida el día anterior, aunque nunca mencionó su nombre.

La pequeña ciudad o poblado no era muy grande aunque tenía muchas casas hermosas en el centro había una glorieta donde había una fuente. Las casas estaban apostadas en líneas rectas, la gente parecía muy amable y el clima era agradable, de pronto Jimmy se dirigió hacia su hermano

-Oye Michael, ¿Esa que está allá no es Helen? -Su hermano se empino un poco para verla y al confirmar que era ella sonrió

-Si es ella, vamos a saludarla -Se acercaron a la joven que de espaldas no los había visto llegar