ʙᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ ʟɪᴛᴛʟᴇ ғʀᴇᴀᴋ ↪ [JongKey]

Un triste MONO- drama

V

¿Cuántos días pasaron desde que lo besé.? Fueron exactamente dos días.

¿Cuántas veces me acorraló contra la pared después de eso? Fueron exactamente veinte veces. Entre ellas 5 fueron en la pared fría de la ducha. Él era el que se bañaba pero yo terminaba mucho más mojado.

Y la verdad, ya estaba empezando a rendirme de luchar contra su posesividad.

Key vivía conmigo desde hace dos días. Yo mismo lo invité para que lo hiciera con la excusa de que quería conocerlo mejor y así poder ser amigos.

Claro está que esa no era mi intención, pero bueno no tenía más opción que acudir a esa razón.

Durante esas dos noches él durmió tranquilamente en el cuarto de visitas. Sólo nos veíamos para desayunar o por alguna razón coincidíamos en el sofá para ver televisión. El resto de las horas me mantenía encerrado en mi habitación cuidando de que no me atacara con sus besos repentinos. A pesar de que siempre terminaba por salirse con la suya.

Hoy, es sábado. Un día donde se supone debo descansar de toda la semana ajetreada grabando mi próximo disco.

Por eso y porque aún ando medio dormido, sigo en la cama mirando hacia el techo, perdiendome en éstos pensamientos individuales y locos a la vez.

La sonrisa de ese monstruo pervertido invadiendo mi mente bipolar, al mismo tiempo haciendo palpitar mi corazón.

Y sí, puede sonar absurdo pero ahora no puedo evitar sentirme así. Él lo ha logrado después de todo su esfuerzo.

Me gusta Key, me gusta ese pequeño monstruo.

“¡ÉL NO TE PUEDE GUSTAR JONGHYUN! ¡DEBES DESHACERTE DE ESE LOCO NO ENAMORARTE!”

Tal vez JinKi tenía razón. La idea principal es retenerlo un tiempo hasta que el hospital psiquiátrico pueda internarlo en sus instalaciones.

Sin embargo, yo sabía que mis sentimientos podían cambiar con su cercanía. Que él haría hasta lo imposible por enamorarme, sin importar las veces que insistiera en rechazarlo.

Key estaba encerrado en su mundo dónde yo seguía siendo la prioridad, y no existía otra cosa más importante que yo.

No es tan fácil para mí afrontar ésto. Él me gusta pero no debo enamorarme porque se irá en menos de lo que pienso. Y si me involucro no podré superarlo luego.

Ahora debo ir con cautela, cuidando mi corazón y manteniendome alerta para no cruzar los límites. De lo contrario, tendré que asumir las consecuencias de experimentar un amor unilateral.

— Jjongie - le escucho desde la entrada de mi habitación. Girando mi cabeza para observar como sobaba sus ojos cuál niño chiquito. - ¿Puedo acostarme contigo?

Paso saliva, intentando no atorarme por la primera impresión que me causaron sus palabras. Esa frase sonaba tan comprometedora viniendo de él. Y estaba apunto de regañarle cuando la realidad de sus intenciones me cayeron como balde de agua.

Key sólo quería... dormir.

— ¡Por favor! Sólo un momentito mientras termina de amanecer.- suplica dedicandome un puchero de cierto modo adorable. Sus manos delgadas tirando de su pantalón cuando éste se desliza curiosamente por sus caderas.

— Está bien, pero no vuelvas a llamarme Jjongie. Creo que ya te lo había dicho antes. - me siento sobre mis piernas, quitando la sábana para que él pudiera arroparse también.

— Me gusta llamarte así Jjong. - se acuesta a mi lado, coge mi mano y la tira hacia su pecho. - No puedo evitarlo, de esa manera puedo hacerte sentir que te quiero de verdad.