¿En verdad me amas?

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VI

Un 'crack' me hizo saltar de la cama. Estrellando mi cabeza contra el piso cuando caí de ésta.

Maldije como nunca en mi vida, me había dolido como los mil demonios y hasta sentía que mis recuerdos se habían esfumado en un dos por tres. Sin embargo, mi cerebro es tan necio que ni con un golpe de una piedra podría hacerme olvidar los mordiscos de la noche anterior.

Sí, MORDISCOS.

Key era un salvaje. Ya no sólo me abrazaba y me quitaba el aire, sino también me rasguñaba y me mordía cual vampiro. Su rara manía me había dejado unas marcas horribles en el cuello y en los hombros, que si algo terminaba rozandome inmediatamente me dolía.

Y quizás su actitud era mi culpa. Desde que le permití que durmiera conmigo él se había tomado la libertad de hacer lo que se le ocurriera conmigo, alegando a la idea que su única intención era demostrarme su amor.

Un amor que me lo expresaba a punta de mordiscos.

¡Key siempre siendo tan normal!

—¿Qué estás haciendo aparte de incendiar la cocina? - me acerque a él observando el GRAN desastre que había entre el microondas y el refrigerador.

— Oh, buenos días - giró para mirarme y sonreirme como siempre. - Estaba haciendo el desayuno pero ésta tonta licuadora se rompió y me terminé cortando.

Entonces ese había sido el 'crack' que me despertó.

—Pero, ¿estás bien? ¿no te hiciste daño?- Tomé su mano entre mis dedos, notando que efectivamente se había cortado. - Gracias a Dios que es sólo un pequeño corte.

—Me gusta cuando te preocupas por mi.- Dijo mirandome, a la vez que unos hoyuelos se formaban en sus mejillas. Y estaba empezando a sentirme nervioso sólo por el hecho de encontrarlo adorable.

Maldita sea la hora en que empecé a amar sus gestos tiernos.

— Obvio me preocupo por ti, somos...no-novios ¿no?- Sonaba tan raro a pesar de haber pasado casi un mes después de haberle aceptado.

—Pues sí, lo somos. Pero siempre soy yo el que te dice palabras bonitas lo cosas así. Se supone que llevamos exactamente 4 semanas desde que me dijiste que podrías enamorarte de mi y hasta ahora no me has dicho que me amas.

Bueno, eso era verdad. Aunque me costara aceptarlo yo era bastante frío. En cambio él me había demostrado que sí me quería; hasta me hacía el desayuno, pero yo no le daba ni beso en la mejilla sin ponerme nervioso.

Como Key lo había dicho, habian transcurrido 4 semanas desde que le prometí que nunca volvería a vivir un mono drama, sin embargo jamás hacía nada para que él lo creyera. Por eso es que se siente tan inseguro cuando no le demuestro lo mucho que le quiero.

Así de loco y posesivo realmente le quiero.

—Soy un idiota, perdóname. - le tomé la mano dejando un pequeño beso en ella. - Te quiero.

—I love you too - vaya que su inglés era mejor que el mío. - Dame un beso - Y estiró los labios invitandome a que cerrara nuestro contacto en un gesto ya cotidiano entre nosotros.

— Ok pero con la condición de que no vuelvas a intentar hacer el desayuno. - él asintió sin dejar de estirar los labios. - Bien... ahora no metas tu lengua por favor.

Yo mismo terminé riendome ante mi propio comentario. Más cuando le vi arrugar la nariz cuando sintió mis labios sobre los suyos, en un roce casi tímido pero con miles de emociones de por medio.

ʙᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ ʟɪᴛᴛʟᴇ ғʀᴇᴀᴋ ↪ [JongKey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora