Di un paso hacia atrás, me aferré al brazo de Adele. ¿Mis oídos me habían hecho una mala pasada? ¿Estaba soñando? ¿Cómo era posible que jamás me contara que tenía una hermana? Demonios, ya no seré la única mujer en su vida, esto me decepcionaba. No me puedo deshacer de ella ¿O sí? Inmediatamente descarto esta posibilidad, sería devastador para él y no lo quiero ver sufrir.
- ¿Tienes algo? Estás un poco pálida. - Me pregunta un Evan preocupado. Niego rotundamente y sonrió tratando de ocultar el grito de frustración que emanaba de mi interior. - ¿Entonces? ¿Vas con nosotros?
- De hecho ya tenía planes con Adele, en otro momento quizá. - Volví a sonreír.
- Por mí no te preo... - Mis uñas se clavaron en la piel de la pobre chica pero así pudo al fin callarse. - Te espero en el ascensor. - Dijo retirándose casi corriendo.
- Lo siento, debo retirarme - Casi inmediatamente seguí mi camino.
- Es una lástima Clare, que no puedas acompañarnos. Quería conocerte un poco más.
Ya estando en el ascensor le dediqué una media sonrisa y las puertas de este se cerraron. Suspiré aliviada.
- Eres una desquiciada Clare - La miré sorprendida - Casi me arrancas mi brazo.
- Ah, eso... Discúlpame - Le mentí. No, no me arrepiento, su hubiese podido le arranco la lengua por habladora.
Adele me miró y arqueó una ceja: - ¿Kathe te pone nerviosa no es así?
- ¡Claro que no! - Volví a mentir. Era obvio que sí, ella era la única chica que no podía quitar del camino, la única que podría tocarlo, abrazarlo, mirarlo y compartir su aire sin que yo pudiera hacer nada, por otro lado, sería interesante que nuestros hijos tengan una tía.
- Sabes que sí - Volvió a balbucear - De hecho a mí también me pone incomoda. He sabido lo que es ver una mirada totalmente oscura en su rostro.
El ascensor se detuvo en el tercer piso donde se encontraba la cafetería. Estaba intrigada por la confesión de Adele y caminando por el pasillo seguí hablando con ella.
- ¿Mirada oscura dices? - Seguí curioseando.
- ¡Claro! Es altamente posesiva con sus cosas.
- De modo que ya la conocías - Le dije.
- Sí, trabajé para ella un tiempo antes de que se fuera de la ciudad hace unos años, me sorprende que tú no hayas oído de ella, Evan la adora.
- No, Evan nunca me comentó de ella y con altamente posesiva te refieres a que...
-¡A que si te gusta el jefe olvídalo mientras esté cerca! - Se rió.
- Altamente posesiva ¿Eh? Siempre me han gustado los retos - Sonreí para mis adentros. Llegamos a la mesa después de pedir el platillo número uno de la cafetería. Comíamos mientras veíamos las noticias del medio día y hablábamos de cosas irrelevantes.
"... En otras noticias, la joven de 26 años de nombre Amanda Lether fue hallada muerta a pocas calles de su trabajo. Los oficiales descartan homicidio por robo puesto que todas sus pertenencias estaban junto a ella, los criminólogos tratan de buscar el motivo por el cual la chica corrió con tan mala suerte aunque lo brutal de su asesinato deja atónitos a familiares como a los cuerpos policiales. ¿Esto es el inicio de un asesino en serie o tan solo estuvo en el lugar incorrecto en el momento equivocado? ..."
La noticia había salido después de todo, el impacto en mi fue casi satisfactorio, una menos, quizá a la próxima debería dejar más en claro que no deberían meterse con lo que no les pertenece. Obviamente la chica estuvo en el momento equivocado, pero no quita que ella misma sea responsable de su muerte, pobre estúpida, pensé que lucharía por su vida. No pude evitar que una sonrisa ante mis pensamientos se dibujara en mi rostro a lo que Adele respondió con un golpe en mi brazo.
- No deberías burlarte de algo así, es un tema delicado.
- Yo no me reía de eso -Dije sobándome el golpe- Aunque la próxima vez que me golpees haré que termines como ella.
- No bromees de esa manera. - Contestó molesta. - ¿Quién habló de bromear?- Pensé.
Pasó nuestra hora y volvimos a nuestros puestos. Tomé los auriculares y me los coloqué, tenía que corregir unos escritos y no lo haría sin música. Me perdí en ella por un gran rato hasta que por fin terminé lo que debía hacer. Estiré mis brazos en sentido de satisfacción y cuando alcé la vista Khate estaba mirándome.
- ¡Rayos, casi me matas del susto! - Exclamé.
- No quise hacerlo, lo siento - Me dijo en el tono más dulce que jamás hubiera escuchado en mi vida.
- ¿Se te ofrece algo? - Le pregunté, su mirada lograba irritarme.
- ¡Oh no! Bueno sí, pero no de trabajo. Evan y yo queremos ir a una discoteca en la noche, me encantaría que nos acompañaras.
- Tengo demasiado trabajo, lo siento - Le dije despectiva.
- No aceptaré un no por respuesta Clare. - Su voz se tornó más agresiva y esto me causó un extraño sentimiento. - Estoy segura que Evan no te dirá nada porque dejes de hacer tu trabajo por un día. Sino aquí está su hermanita para hacerlo cambiar de parecer - Me cerró un ojo. - ¡Dios, esta chica es desesperante! - Pensé.
- Supongo que si es así no habrá inconvenientes.
- ¡Perfecto! - Aplaudió - Nos veremos en la noche. - Dio la vuelta y se fue.
Me hice para atrás con mi asiento. - ¡Qué rayos está pasando! - Me volví a decir.
Llegada la noche, dispuesta a salir de allí, Evan tomó mi brazo y me sonrió.
- ¿A dónde vas pequeña tonta?
- Supongo que a casa. - Le dije mirándolo a los ojos.
- ¿Quieres venir conmigo?
- ¡Me encantaría! - Sonreí.
- Perfecto, Kathe estará emocionada de que lleguemos temprano a casa.
- Ah... Kathe. - Había olvidado el pequeño detalle de la invitación. Pero quizá así podría bailar con Evan.
Luego él sostuvo mi mano entre la suya y me llevó rumbo al ascensor. En pocos segundos se creó un nudo en mi garganta que cualquiera pensaría que lloraría y no estarían equivocados, era un momento enigmático. Tocó el botón del estacionamiento en el ascensor, segundos después las puertas se cerraron. Mis ojos no se apartaban del perfil de Evan, tenía sus rasgos tan marcados y perfectos, ¡No cabía duda que este chico me había vuelto loca!
Supongo que mi mirada lo incomodó un poco ya que se volvió a mirarme. Sus ojos se encontraron con los míos de una manera radical. Fue tan fuerte su mirada en mí que tuve que bajar los ojos.
- No, no bajes la mirada. - Me dijo tomando mi rostro entre su mano libre. Subí a verlo y la misma sensación se produjo. Evan se acercó bastante a mi rostro, la emoción me hacía querer vomitar. - ¡Ahí está! - Me dijo sacándome de mi trance - Una pestaña rebelde que se te ha caído. - Sonrió.
- ¡Gracias! - Le dije haciendo notar mi decepción.
Las puertas del ascensor se abrieron y salimos a un lugar bastante tétrico dirá yo. - ¿Qué tal si te tomara aquí mismo y luego sacara tu jodido corazón para que no puedas amar a nadie más que no sea yo? - Pensé pero inmediatamente lo descarté. Amaba a Evan, y no haría eso a menos que sea completamente necesario, de lo contrario lo quería con vida.
Evan abrió la puerta del auto, pidió que subiera y detrás de mí la cerró. Se sentó a mi lado y se colocó el cinturón de seguridad, encendió el auto y salimos de Corporación Winchester en dirección a su casa.
Allí estaba su amada hermanita. Cabe decir, que la idea no me agradaba para nada.
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Capitulo nuevo!! ¿Que creen que suceda entre Kathe y Clare? ¿Será amistad o enemistad?
Voten y comenten que creen que sea más posible.
Gracias por leer mi historia, Hasta luego ;)
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Psicótica Obsesión.
Mystery / Thriller"Ni siquiera lamentando regresarás de mi pasado. En un cuarto donde supuestamente nadie más está en el, la respiración de la oscuridad aprieta sobre mi pecho. Si tuviéramos que decir "Adiós" ahora mismo entonces te tomaré junto a mí, no puedes esca...