Odio a primera vista. • ldh • [EDITANDO]

Capítulo 19: The truth ...

Mi cabeza me duele a horrores. Lentamente, abro mis ojos y veo un lugar algo conocido para mi.

—¡______ ha despertado!—exclama mi hermana saliendo de la pequeña habitación en la que me encuentro.

Parpadeo un par de veces para poder adaptarme a la falta de luz en la habitación. Alguien entra en el cuarto, encendiendo la luz, haciendo que cierre mis ojos automáticamente.

—¿Cómo estás, ______? ¿Cómo te sientes?—reconozco la voz, es mi tío Jungjae.

—Me duele la cabeza—admití mientras abría mis ojos—¿Dónde estoy?

—Es normal, ______—le mire, esperando que respondiese mi otra pregunta —Estamos en mi consultorio…

—¿Por qué?

—Te has desmayado, tu madre dijo que estabas en tu cama y parecía que dormías, pero en realidad estabas inconsciente; ¿recuerdas algo de anoche?

Todos los recuerdos vienen a mi mente: leí dos de mis diarios, ambos explicaban la relación que tenía con Donghae. Y sí, es aquel Lee Donghae, nacido en Mokpo, integrante de Super Junior… Y el accidente: aquel accidente que hizo que mis padres me alejaran de él porque él iba conmigo.

—Quiero hablar con mis padres, tío.

—Oh, claro.

Salió. ¿Qué debería decirles? Medité mis palabras durante varios segundos, hasta que mis padres entraron en la habitación.

—Oh, cari…—corté secamente a mi madre.

—Dejemos las "preocupaciones" de lado, madre—me miró asombrada—¿Por qué me has separado de Donghae?

Mi madre se asombró por lo que sabía.

—______

—¡______ nada! Por dios, madre, me alejaste de alguien que quería mucho… ¡Le mentiste y dijiste que había fallecido!

—Cariño, permíteme expli…

—¡NO! ¿Acaso saben cuánto daño le han hecho a él? ¡Pasó casi 10 años pensando que su primer gran amor estaba muerto! ¿Saben el daño que me causaron a mi? ¿Cómo sabían que aquellas pastillas no tendrían efectos secundarios? Pero claro, no se le puede perdonar un error a él.

—¿Recuerdas todo?

—Sí—mentí, no recordaba nada. Solo sabía lo que decían mis diarios.

—_____, yo… No quería que esto pasara, queríamos protegerte de Donghae, no queríamos arriesgarte de nuevo y…

—Y decidieron darme pastillas para borrarme la memoria, mentirle a él, ¡separarnos sabiendo que ambos nos queríamos bastante!

Estaba perdiendo el control, la cordura… Y estaba consciente de eso.

—Sabía que no debía aceptar que audicionaras para la SM, lo sabía porque él trabaja ahí, no debí haberte dejado que te gustaran, que fueras una fan más—dijo mi madre ignorando mis reclamos.

—¡Pues ya pasó! Trabajo en la SM, en un proyecto junto a él, nos vemos todos los malditos días y él aún me quiere—grité.

—No alces la voz, ______. Nunca lo has hecho antes, no debes porque hacerlo ahora—me reprendió mi padre.

—¿Bromeas? ¡Por Dios, padre! Si no me hubieran alejado de él, nada de esto estaría pasando… Si no me hubieran dado aquellas estúpidas pastillas esto no estaría pasando… Y adivinen qué: yo aún lo amo, lo amé siempre, fue mi primer amor y estoy dispuesta a que retomemos nuestra relación.

Me levanté de la cama, salí del cuarto donde mis padres se quedaron pasmados. Lágrimas amenazaban por salir, no me sentía de la mejor manera en hablarle así a mis padres, pero no podía tolerar todo lo que nos hicieron a él y a mí por un accidente. Mi tío y hermana estaban afuera, al parecer se dieron cuenta del pequeño drama de hace unos segundos.

—Daeyoon, ¿puedo pedirte un favor?

—S-si

—¿Puedes llevarme a casa? Pasaré por mis cosas para poder regresar a Seúl.

—______

—Por favor, Daeyoon—prácticamente estaba rogando, necesitaba estar en Seúl.

Mi hermana asintió, tomó mi mano y salimos del hospital donde mi tío trabajaba. En el estacionamiento estaba su camioneta y el auto de mis padres. Condujo en silencio a casa. Al llegar, bajamos y me acompañó a mi cuarto. Tomé mi maleta y la abrí.

—¿En serio te irás?

—Si, necesito regresar a Seúl—metí las pocas cosas que había sacado ayer. Tomé los diarios y los guardé en la maleta.

—¿Regresarás para Navidad?

—No creo, tengo el proyecto de la SM para Navidad… Pero prometo hablar contigo por lo menos dos veces a la semana, ¿si?

—_______—alargó. ¡Oh no! Mi hermana suele ser bastante dramática en las despedidas.

—Venga, Daeyoon—me giré para verla, sabiendo que estaba cerca de llorar. Me miró con sus preciosos ojos café claro cristalizados. Le ofrecí un abrazo que aceptó gustosa.

—Promete que volverás

—Te lo prometo—dije luego de un sollozo.

—Te quiero—susurró.

—No olvides que yo también.

Nos separamos, limpiamos nuestras lágrimas, tomé la maleta y mi bolso de mano.

—Deja que te lleve al aeropuerto.

Asentí y subimos a la camioneta.
Durante el camino no insistió en que me quedase y arreglase las cosas con mis padres; sabía que Daeyoon siempre se había preocupado por los problemas de familia. Estacionó su camioneta y me acompañó adentro. Compré el boleto para regresar, no me gustaban los viajes redondos pues no sabías a ciencia cierta si el día indicado querías regresar.

—Te quiero, pequeña. Espero que nos veamos pronto. Duerme, te afectará la falta de descanso a la larga, come bien, no lo olvides, es algo fundamental en tu carrera, también no olvid…

—He comprendido, Daeyoon—le dije a mi hermana, riendo levemente.

—Te extrañaré

—También yo

~*~

Bajé mi maleta del taxi y agradecí su servicio. El conductor asintió y puso su auto en marcha. Saqué la llave de mi bolso y abrí la puerta.

—¡Oh, _______!—exclamó Hwa Yun en un sofá junto a Ryeowook. Mal momento para llegar.

—Siento interrumpir—dije apenada—He venido solo a dejar mis cosas, planeaba salir—me dirigí a las escaleras—Ah, y también siento llegar antes de lo planeado.

Subí lo más rápido que pude las escaleras, entré en mi habitación y dejé la maleta sin soltar las llaves. Saqué mi teléfono y mi cartera de la bolsa. Bajé las escaleras y salí de la casa. Me alegraba saber que las cosas entre Hwa Yun y Ryeowook iban a la normalidad. No tenía nada que hacer, había mentido simplemente para evitar un mal trio. Tomé mi teléfono, ¿a quién llamar? Dos personas pasaron por mi mente: Siwon o Donghae. Medité por varios segundos qué hacer. Luego de tomar una decisión, me dirigí a contactos, encontré su nombre y pulsé el teléfono, coloqué el teléfono en mi oído y espero a que responda…

—¿Diga?