Te encontré y conocí el amor

Tiempo juntos

Tadashi se acercó con la caja, la abrió y saco todo el contenido, era emocionante volver a armar algo juntos, como antes, cuando él estaba siempre conmigo y no había intrusos.

-Dashi, ¿te acuerdas cuando no supiste cómo armar el modelo del avión?

-Si me acuerdo, esa vez si no fuera por ti el avión seguiría en la caja -me alborota el cabello- pequeño genio- sonríe

-Lo sé, lo sé, ¿qué harías sin mí? -reí-

Seguimos armando el modelo, conforme los minutos pasaban el tren empezó a tomar forma, cada vez faltaba menos.

-Ya casi acabamos -dije emocionado-

-Si -seca su sudor de la frente- Hiro, ¿no tienes calor?

-No, estoy muy acostumbrando a este clima

-Parece que si te vas de un lugar por 5 años tu cuerpo ya no aguanta el clima -ríe-

-Eso parece -igual reí- ¿qué haces Tadashi? -pregunto sorprendido-

-Quitándome la playera, ¿qué más parece? -sonríe- necesito refrescarme

Tadashi siguió armando el tren, en cambio yo no podía quitar la mirada de su abdomen, si, he visto el abdomen de varios hombres, pero el de Tadashi me provocaba unas ganas inmensas de recorrerlo con mi lengua, estas ganas nunca las había experimentado antes, sin darme cuenta me quedo atrapado en mis pensamientos.

-Hiro, hey Hiro -pasa su mano frente a mis ojos- ¿qué pasa?

- -parpadeo y volteo a verlo- Mande

-¿Estas bien?, te quedaste ido -me mira a los ojos-

-Nada, es solo que... -no sé qué decirle, piensa rápido- es solo que, pensé si luego podríamos armar algo más -sonreí, me salve-

- -ríe- claro, ten -toma mi mano y deposita una pieza del modelo- haz los honores

- -volteo a ver el tren, solo le falta una pieza- Y listo, somos un gran equipo, ¿no lo crees?

-Así lo creo pequeño -me jala de la playera, pone mi cabeza en su brazo y empieza alborotar mi cabello- ¿quién es un genio? ¿quién es un genio?

-Yo, yo, yo lo soy -trate de zafarme, pero fue inútil-

-Vamos Hiro, juguemos luchitas como antes -me soltó-

-Esta bien, pero prepárate que te ganaré -me levante de la silla-

-Espera un momento -también se levanta- así no puedes luchar

-¿Por qué? -pregunté intrigado-

-Yo estoy sin playera, tú te la tienes que quitar igual, o ¿qué? ¿No te acuerdas que siempre jugábamos luchitas así? -levanta una ceja-

-Creo que esa parte se me olvido -reí-

Claro que no se me olvido, pero es que tan solo de ver el abdomen de Tadashi me dan ganas de lamerlo, el sentir su abdomen frotándose con el mío, será demasiado y no resistiré.

-Deja lo hago yo -se acerca y me quita la playera- vaya, tus pezones siguen igual de rosados -sonríe de lado-

-Los tuyos no se quedan atrás -pellizque su pezón derecho-