El color de sus caricias

Uno.

—Eres callado —lo señalo con la cucharilla de mi helado—. Y eso no es bueno cuando quiero saber más cosas sobre ti.

—Estoy un poco abrumado —sonríe avergonzado—. No creí que acabaría mi día contigo en una mesa, charlando como si nada.

Yo tampoco esperaba que mi día fuese así, pero no tengo queja alguna. Al fin he conocido al famoso Keith, y no puedo creer que me sienta como una quinceañera soñadora.

—Bueno, cuéntame algo que no sepa sobre ti.

Se limpia los labios con la lengua, y no puedo evitar fijarme. Esos son unos buenos labios, seguramente besan bien.

—Nací en esta ciudad hace veintidós años, cerca de las afueras.

—Creía que tenías veintiuno.

—Es mi cumpleaños.

No sé que responder. No esperaba esa respuesta, me ha pillado con la guardia por los suelos.

—¡Y aún así no me has dejado pagar!

Usa una mano para disimular su risa, pero es inútil.

—¡Esto me hace quedar muy mal, Keith!

—Deberías haber visto tu cara.

—¿Entonces no es tu cumple? —pregunto aliviada.

—Sí que lo es, pero tu cara sigue siendo graciosa.

Inflo los mofletes indignada. Como represalia le robo un bocado de gofre con helado.

—Sientete honrada por que te deje probar mi gofre. La comida de un chico es sagrada.

—Muy honrada —le sigo el rollo.

Nos quedamos mirándonos fijamente hasta que nos cansamos del silencio incómodo y reímos.

—Esto es muy raro —dice.

—Mucho.

Ciertamente es extraño. Por WhatsApp la conversación era más fluida, ahora las cosas parecen forzadas.

Durante semanas pensé que cuando lo conociese, me besaría y todo sería muy a lo película. Ahora que lo veo, sé que eso no pasará. Es muy tímido en comparación a como se comportaba por mensajes, aunque eso me sigue pareciendo adorable.

Con sus ojos color miel y su pelo castaño, siento una atracción que no había sentido antes en un tiempo tan breve. Sé que no es algo físico, porque tengo ex novios que se pasaban la vida en el gimnasio.

Hay una conexión que desconozco pero quiero descubrir cuanto antes.

Decido sacar mi móvil y mi lado atrevido para escribirle un mensaje. Se da cuenta de que tramo cuando lo miro expectante. Su teléfono suena y lo saca.

Nora: Tuuu...!!! El chico guapo de la cafetería!!! Tienes chocolate en la cara.

Visto a las 6:34pm

—Eres una mentirosa —ríe negando con la cabeza—. No he comido chocolate.

—Pero sigues siendo guapo.

Sí, hoy voy a por todas.

Nunca he sido una chica lanzada, pero estoy dispuesta a serlo con tal de que este chico tenga otra cita conmigo.

Todo o nada.

Después de esta noche quedaré como una loca, o conseguiré algo de él.

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Nora va a por todas, ¿no creéis? 😂