-¿Qué clase de pareja tiene que darse el lote cada vez que se despiden?
Río contra la boca de Keith.
-Una buena pareja -responde Keith antes de darme otro besito.
Definitivamente me gusta mucho como besa.
-Nos vemos. Te quiero.
-Yo también me quiero.
-Si tanto te quieres no vuelvas a venir a mi casa a medianoche buscando amor -respondo tan flojito que sólo él me escucha.
-Son amores compaginables, cariño.
-Compaginalo solito.
Le doy un toquecito en el trasero antes de alejarme.
-¿Lo del sábado sigue en pie? -pregunta antes de que me vaya.
-Por mi perfecto -respondo.
-¿El sábado? ¿Vais a salir sin nosotros? -Oliver parece ofendido.
-¿Donde vais? -Peter se une al ataque de miraditas.
-Al London Eye.
-¡John! Nos prometiste que la próxima vez que fuésemos al London Eye iríamos a esa tienda de cómic gigante.
-La próxima vez será. Nora lleva casi tres años en Londres y nunca ha subido. Es mi deber llevarla.
-¡Colegas antes que nenas! -dice Oliver.
-Mira a esta carita -aprieta mis mofletes-. E intenta decirle que no.
-Nora, John no irá contigo a menos que nos invites -dice sin ningún pudor.
-Que os jodan.
Todos me miran con la boca abierta. Exactamente igual que cuando el niño pequeño de la casa dice un taco.
-Te quiero, pequeñín. Nos vemos, solo tú y yo -le doy un beso en la mejilla y me voy entre risas.
ESTÁS LEYENDO
El color de sus caricias
Short StorySegunda parte de "Lo que esconde tu sonrisa". Nora y Keith intentan dar el paso de virtual a real, pero no siempre es tan sencillo como parece.