¡Niñeras en Akatsuki!

Capitulo 7: ¿Abuela?

Si el mundo era un lugar feliz el viernes para los Akatsukis, no hay ni que mencionar lo felices que serían un sábado.

Todos (excepto Tobi) planificaban ansiosos la salida de esa noche: La previa (Comenzar a beber, con moderación), salir a la discoteca (Ver mujeres y beber hasta vomitar, y luego beber más) y regresar a la Akatsuki-cueva sin hacerle daño a la camioneta (Obviamente, manejaría el más sobrio de todos, aunque nadie sabía quién podría ser).

Ni siquiera pensaban en quién podría ser la niñera, sólo hacían planes para la gran noche.

La niñera llegó. Alguien gritó "Adelante" y la mujer entró. Todos los Akatsukis dirigieron una fugaz mirada a la recién llegada, pero una reacción destacó del resto.

Sasori se había puesto blanco, luego verde, y después amarillo con cuadros rosados. Y nuevamente blanco.

-¿ABUELA?-preguntó el marionetista casi gritando.

-Sasori-saludó Chiyo, con un asentimiento de cabeza.

El marionetista estaba atónito.

-¿Q-Qué ha-haces aquí?-preguntó tartamudeando el pelirrojo.

-¡Sasori!-lo regañó su abuela -¡No te eduqué para que hagas preguntas obvias!

Sasori se sentía como un niño pequeño. Un estúpido niño pequeño. Un estúpido niño pequeño, al cual seguramente no le darían postre después de cenar.

-Respondiendo a tu pregunta- continuó Chiyo, feliz por la reacción generada.- debo decirte que soy la niñera. Lo que nos paga Gaara después de jubilarnos no nos alcanza para mucho. Y ser niñera de unos asesinos rango S, no es nada para una de las kunoichis más exitosas de la aldea de la are... -de pronto, Chiyo cerró los ojos.

-Oh Jashin, ¿está muerta?-preguntó Hidan emocionado, que llevaba una semana sin ver a nadie morirse.

-No, sólo está dormida-informó Deidara.

-Lástima- Hidan parecía decepcionado.

Sasori estaba temblando.

-No te preocupes por tu abuela-lo tranquilizó Kisame –esta noche saldremos de fiesta, y ella no estará allí para molestarte.

-Es verdad-dijo Sasori, visiblemente más tranquilo.

-¿Fiesta acaban de decir?-dijo Chiyo, que había escuchado la palabra y se despertó.

-Sí, fiesta abuela-dijo Hidan

-No –dijo Chiyo –mi honorable nieto...

-Yo diría que dejó de ser honorable al asesinar tanta gente y abandonarte sola en la aldea...-opinó Deidara

-Mi honorable nieto-recalcó Chiyo, haciendo que Deidara retrocediera-
No irá a ninguna discoteca donde las mujeres se entregan antes del matrimonio, ni un lugar donde vendan alcohol para que terminen tirados en la calle sin recordar porque tienen marcas de labial en lugares indebidos...

-¡Pero esa es la mejor parte!-se quejó Hidan.

-No les impido a ustedes que vayan, sinvergüenzas-dijo Chiyo al resto de la organización –pero mi nieto ni siquiera se asomara.

-Me siento como un adolescente castigado-bufó Sasori.

-Más bien como un niño, con esa altura...- dijo Chiyo, negando con la cabeza -¿Es que no has tomado tus Danoninos, Sasori?

-No me gusta el Danonino –dijo Sasori sombríamente.

-Como sea, el pelirrojo se queda, nosotros nos vamos-dijo Hidan, encogiéndose de hombros –Mientras yo pueda salir, no me importa si Sasori se queda... aunque contaba con que él nos llevara cuando todos estemos borrachos...-Sasori lo fulminó con la mirada después de decir eso.