CAPÍTULO 1. Hola.

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Eran fiestas en la ciudad. Habían montado las atracciones, aquí conocidas como Barracas. Y todos estabas deseando montarse, comer algodón de azúcar, manzanas caramelizadas, tirar a dianas para conseguir peluches, o hacer cualquier otro tipo de cosa. Yo en cambio tenía otras cosas en la cabeza.

Las Barracas se habían montado hace cuatro o cinco días, y hasta hoy no me había acercado; tampoco es que me ilusione demasiado la idea de ir, ya que no me monto en las atracciones y para mi gusto hay demasiada gente, y, aparte, siempre te encuentras a alguien que no quieres ver, y curiosamente, siempre ves a esa gente en los peores momentos... Pero bueno, ver a mis amigos mareados y que me dejen comer todo lo que quiero siempre es bueno, supongo.
El caso es que fui, y no fui un día cualquiera, no. Fui el día del orgullo.
¿por qué? Pues aún sigo sin saberlo.
Pero ahí estaba yo, con mis amigos, en un bus, yendo hacia la otra punta de la ciudad para pasar un buen rato. Habíamos quedado ahí con más gente, y llegábamos un poco tarde, ya que perdimos el bus que deberíamos haber cogido veinte minutos antes, pero a pesar de eso, cuándo nos sentamos, dejamos de preocuparnos por la hora, y empezamos a hablar.
El tema de conversación era el orden en el que se iban a subir a las atracciones (todos menos yo, por supuesto)

Decidieron ir primero a pillar algo de comida, cosa que me parecía estupenda, saber dónde están los puestos de comida en los sitios me encanta. Y es muy útil. Y tenía hambre, así que eran todo ventajas.
Después de la comida querían ir al saltamontes, a la montaña rusa, al péndulo, al speed y a los coches de choque. Y de todas esas cosas, quitando los coches de choque, yo era la que se quedaba abajo con las cosas de todos... No me disgusta ese puesto en el grupo, me lo paso bien igualmente.

Bajamos del bus por fin. Y fuimos a donde habíamos quedado con los demás, que ya nos estaban esperando. Pero no llevaban mucho tiempo, así que no nos dijeron nada.

Les contamos lo que habíamos hablado en el bus, y como les pareció bien, seguimos en plan.

Yo ese día estaba bastante más salida que de lo normal, me fijaba mucho más en las chicas, aunque por ahora no había visto ninguna que me llamara la atención. Bueno, teniendo en cuenta que mis gustos son raros, no es de extrañar.

Recorrimos todas las atracciones, en las que en la mayoría alguien se había quedado abajo, a pesar de que yo insistí para que se subieran todos. Estaba bien sola, me gustaba estar sola, aunque ese día especialmente estaba tan motivada y de buen humor que la verdad me daba igual. Al fin y al cabo, cada quién es libre de hacer lo que quiera.

Llegamos por fin al speed. Y en ese tiempo yo casi había arrasado ya la tienda de comida. Cada vez que se subían a alguna atracción, yo iba a por algo de comer. ¿Manía? No sé, puede ser.
El caso es que estábamos en el speed, ya habían cogido las entradas, esta vez se subían todos. Empecé a cogerles las cosas a medida que se iban colocando en la cola para subir, todo como siempre, salvo que aquí la cola era mucho más larga. Así que empecé a hablar con mis amigos para hacer tiempo, y a comentarles lo que haría en el caso de que ellos murieran ahí arriba.
Conversaciones normales, sí.

En mientras hablábamos, unos chavales se colocaron a nuestro lado, aunque fuera de lo que era en sí la cola. Aún tenían que comprar entradas. Y se quedaron pegados a la valla del speed, por dónde se sube. Pues una de las chicas, la cual sí me llamó la atención, se estaba subiendo modo mono a la valla.
Al fijarme en ella vi que una de las chicas del grupo era una amiga mía, y me acerqué a saludar. Dada mi motivación, no me daba vergüenza.

- ¡Ey, Funny! - dije yo con una sonrisa.

Ella me abrazó durante un buen rato mientras los demás me observaban, a lo cuál yo no hacia ni caso.

- ¡Nelu! ¿Que haces aquí?

- Pues ya ves.... Estar. - La dediqué otra sonrisa y volví a mirar a la chica de antes, la cuál me miró y me sonrió - ¿Podrias presentarme a esa chica? - La dije a mi amiga directamente.

- Claro, ven. - me cogió de la mano y me arrastró junto a su grupo. - Chicos, está es mi amiga Nelu, estos son Cristián, Gabu y Emos.

Di dos besos a todos, menos a la chica, Emos, a la cuál la di un abrazo.
Me despedí de Funny y volví con mi grupo.

- Joder - Dijo Hugo, un buen amigo - Esa tía tiene una buena follada Eh.

- Eh, ni se te ocurra, yo la vi antes. - Le dije mirándola con una sonrisa.

- ¿Te gusta? - Me preguntó dandome un codazo.

- No está mal. Para que mentir.

- Y tiene pinta de bollera, algo a tu favor, supongo. Pero ataca o lo haré yo.

- Le miré de reojo - Toda mía.

- ¡Eh! ¡Nelu! - Me gritó Cris (una de las chicas de mi grupo) - Que ya subimos.

- Oh, claro. Voy. - Respondí yo con sequedad.

Cogí las cosas de todos y me fui al bordillo de en frente a esperarles, esta vez no iba a ir a por comida. No tenía ganas.
Aparte, no sabía por qué, pero no me podía quitar la sonrisa de esa chica de la cabeza. Y su abrazo. No podía olvidar su abrazo. Pero bueno, supuse que eran chorradas mías y lo dejé pasar, al menos un rato...

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BESITOS GAYS PEQUEÑOS! ❤ ❤

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