Speed.

CAPITULO 6. - lalala -

Todo marchaba bien, ella estaba cada vez más pegada a mí, y eso me gustaba.

Estaba empezando a aceptar que me gustaba... Aunque fuera un poquito... Pero hasta ahí. No creía que tener algo con ella, o por lo menos esperarlo, fuera lo correcto. Pues sabía que no lo conseguiría y eso me acabaría haciendo mucho más daño que quererla. Aparte ella ya estaba con mucha gente a lío, ¿que la haría quererme a mí? Nada. De todas formas... Tampoco sé ver a la persona que quiero con más personas, nunca he sabido. Pero no la iba a decir nada, no estaba en su vida de tal forma como para poder decirle lo que pensaba respecto a eso. Es algo que no me incumbía. Así que prefería no pensar demasiado en eso.

Un día la decidí llevar a un sitio que a mi me encantaba, era uno de mis sitios preferidos a los que voy para relajarme, pensar, o simplemente olvidarme un poco del resto del mundo. Se trata de un hotel abandonado cerca de mi casa, a mi parecer, es precioso. Tiene tres plantas más la azotea, y se puede ir perfectamente a cualquiera de sus partes. ¿Por qué la llevé ahí? Bueno... Pues porque un día estuvimos hablando sobre sitios abandonados y a las dos nos encantan, así que... ¿por qué no?

Quedamos una tarde y la guíe hasta el hotel. Abrimos la puerta que hay para llegar a su interior y se lo enseñé entero, sin perder detalle de nada. Aunque todo estaba destrozado, sé y sabía en esos días todo lo que había en él. Cada parte, cada escombro, cada objeto. Lo que más llama la atención de su interior son los juguetes. Destrozados y quemados, algunos viejos, y otros no tanto.

A ella también le encantó. Creo que cada parte de él la gustaba más que la anterior. Me dijo que también sería uno de sus sitios favoritos si a mi no me importaba, tiene gracia... ¿Como me iba a importar?
Estuvimos sentadas en lo que yo llamo "mi habitación" (una de las suites del tercer piso) dos horas más o menos, en una de las grandes ventanas que hay en ella. Hablando de todo y de nada a la vez, como de costumbre.

Adoro verla a gusto en los sitios... Y creo que esa noche lo descubrí. Estaba relajada, salvo por el hecho de que yo estaba jugando con los cristales de la repisa de la ventana, y temía que me cortara con alguno de ellos. Sus ojos reflejaban la luz de las ventanas encendidas del edificio de en frente, y sin poderlo evitar me quedé mirando su reflejo, mirando de vez en cuando sus labios. Quería besarla, es lo que más habría deseado en ese momento, pero no lo hice. No sé aún si por desgracia o por suerte pero me quedé quieta en mi sitio y miré al suelo, intentando borrar de mi cabeza el deseo de lanzarme.

- ¿Vamos yendo más para el centro? - Me preguntó entonces ella -

- C...claro, como quieras. - No me molesté en mirarla a la cara, pues era consciente de que el deseo aún no había desaparecido.

Salimos del hotel, yo teniendo cuidado de que no se hiciera daño con nada, y ella diciéndome que por qué la quería proteger tanto, a lo cual tenía respuesta... Pero era una respuesta que no quería que supiera. Así que cada vez que me lo preguntaba, me limitaba a decir:

"Eres tú"

Y con eso parecía no quedarse muy contenta. Porque empezaba a hacerme cosquillas, en vano, por supuesto, pero la intención es lo que cuenta. Aunque luego era ella la que sufría las consecuencias de sus actos (y aún hoy sigue siendo así, no puede ganarme a cosquillas, y mira que lo intenta)

La acompañé hasta su casa, sin hacer caso de las veces que me decía que podía ir sola. Eso ya lo sabía. Sólo quería estar un rato más con ella, por poco que fuera. Cuándo la dejé en su portal me dio un abrazo, y de nuevo tuve ganas de besarla, pero está vez con más intensidad que antes. Así que me despedí rápido y me fui a casa.

Sin poder parar de pensar que fui estúpida por no haberla dado un beso. Aunque luego me puse a pensar que reaccionaría mal, y se me quitó la sensación de estupidez.

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Buenas lectores de wattpad. Sexto cap.
BESICOS GAYS~