Caminos separados.

CAPÍTULO 4.

También encuentro papeles tan arrugados que casi no se pueden ni leer, son las pequeñas cartitas que nos mandábamos Nadine y yo en clase, criticando al profesor por ponernos demasiados deberes o riéndonos de la ropa tan hortera que llevaba hoy la más pringada de la clase.

En verdad lo pasaba bien, ojalá pudiera volver a antes de enamorarme de Jesús, sí, se llamaba Jesús, por eso lo de la "J", hasta ahora hacia muchísimo tiempo que no le llamaba por su nombre completo.

Siempre le echo la culpa a él de absolutamente todo lo malo que pasa en mi vida, vamos, cada día que pasa, las doce horas que estoy despierta durante el día y las otras doce que estoy durmiendo, o soñando.

Le conocí en una firma, bueno a ver, no exactamente.
Yo seguía buscando a mi "ídolo perfecto", y bueno, un día Nadine vino llorando a mi casa y me dijo que habían anunciado una firma de unos tales gemelos, o gemeliers, no se le entendía al hablar de los lloros que llevaba encima.

Yo había oído hablar de ellos, en ese entonces ya tenía de estado de whatsapp la frase 'Lo mejor está por venir' pero no era por ellos, tan solo era que me gustaba esa frase y me trasmitía felicidad, más tarde descubrí porqué.

Nadine casi como que me obligó a ir con ella, yo no quería, más bien no podía ir, tenía una recuperación súper importante de matemáticas, ese examen decidiría si pasaba de curso o no.
Al final me convenció y nos escapamos las dos a la firma, yo estaba muerta de miedo por si mi madre me pillaba.

Llegamos allí y no los veíamos, había tantísima gente que ni podíamos ni movernos del sitio.
Nadine y yo saltábamos lo más alto que podíamos para intentar ver algo, y una de esas veces, salté tan alto que pude ver su sonrisa, la sonrisa de Jesús, y joder, esa sonrisa me dejo tocada, enamorada completamente.

En esos tiempos ellos aún tenían 15 años, y yo 14, era pequeña para enamorarme, y más solo de una sonrisa, sin saber como iba a ser él, pero es que esa sonrisa me trasmitía más que mil y una palabras.

Abro los ojos, es ya tarde, no me he dormido pero he descansado bastante, y no me apetece seguir recordando como mi vida se fue a la mierda.