Prólogo

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*Narra Ellie*

Noto que algo rodea mi cuerpo. Agua, que me sube hasta la boca, y al tragar noto que está dulce. Me levanto a la orilla de un río de no mucha envergadura, agua manchada y con pinos putrefactos y altas montañas a los lados. Me siento en una roca y miro al cielo, aún amanece. Tengo bastante frío. O no, no es frío, es que estoy desnuda. Veo unas luces de una especie de ciudad o pueblo a lo lejos, camino hacia ellas clavandome las piedras del camino, pero no siento dolor, es más felicidad. A la entrada del pueblo hay un Árbol con dos nombres borrosos y un corazón.
-Que vuestro amor sea próspero- suelto una risita y continúo hacia delante.
Pocas casas más haya de la entrada hay una pequeña tienda ropa, que no parece tener mucha clientela. La entrada tiene un cartel de madera en el que pone boutique. Sorprendente. Entro y veo a una señora mirando el reloj, ropa por todas partes y...¿un espejo? Me veo a mi misma, no soy alta y me gusta mi figura, tengo los ojos magentas y el pelo hasta los hombros, suave y liso, de un tono marrón clarito. Tengo pestañas de un tamaño medio, ojos rosas y una sonrisa de oreja a oreja. Después de mirarme a mi misma durante un rato, la mujer se da cuenta de que estoy allí. Se acerca con cara de pocos amigos, me tapo la cara, a la espera de algún golpe.

-Estas desnuda, deja que te ponga algo, a este invita la casa- dice en un tono alegre.

Me agarra de la mano y me mete dentro de un probador. No se qué acaba de pasar, pero ha cambiado según se me acercaba. Dentro hay un espejo, donde veo que mis ojos son verdes, han cambiado. No puedo seguir pensando porque una nube de ropa me cae encima.
-Esto será perfecto para ti, y cuando termines te peinaremos, maquillaremos y...-dejo de escuchar y me pongo la ropa.
Unos legins azul vaquero, una camiseta azul suave y una chaqueta de color verde oscuro con toques en esmeralda. Los zapatos, unas plalleras verdes. Y claramente, ropa interior.
Que raro, no recuerdo que la gente sea generosa.
-¿Niña, has terminado cariño?

-Si.-Respondo rápidamente.

-Me alegro, por cierto, ¿Cómo te llamas?

-Ellie, ¿por?

-¿Tu edad?

-Dieciséis años, no creo que sea relevante.

-¿Ocupación?

-Ninguna, supongo.-No recuerdo nada salvo que me llamo Ellie y tengo 16 años.

-Yo soy Lie, esta es mi tienda. Tengo 30 años, y es relevante para tu peinado.-Me responde, después tira de mi y me sienta en una silla.-Tengo un negocio en quiebra, y nadie trabaja para mí, eres la primera cliente en 2 días.

No esperaba que su vida fuese así, que rara es la gente, supongo. Me fijo en ella, es más alta que yo y más guapa si no fuese por sus cejas, que resaltan demasiado. Su pelo es largo y naranja, la llega casi hasta la cintura. Viste una camiseta roja y unos pantalones azules, que no destacan apenas.
Me moja el pelo, peina y al final ,me hace una coleta a la espalda que me llega hasta el cuello, dejando dos mechones libre que se quedan a dos lados de la cara.
-¿Qué te parece?- me dice muy dudosa.

-¡Me encanta!- respondo con exceso de musicalidad.

-Me alegro, ahora toca...

-No es necesario, gracias.-La interrumpo.

-Bueno, deja que te haga la raya, por lo menos.

-Vale.-La sonrío de nuevo.

Acerca un lápiz negro y me cierra los ojos, noto como pasa de uno a otro, con precisión inaudita, y de repente me toca la nariz.

-Pop, ya está. Mírate a ver qué te parece.

Me observo y veo dos preciosas líneas por detrás de mis pestañas, resaltan mis ojos.
-Es...flipante.-Respondo, sorprendida.

-Muchas gracias por venir.-Me acompaña a la salida y se despide de mi con la mano, moviéndola de un lado a otro- ¡Verás una ciudad tras las montañas, ve ahí, y toma!- me tira un bolso/bandolera que atrapo al vuelo.

-Muchísimas gracias.-La contesto sonriendo. Me siento en deuda, mis ojos cambian a color naranja y susurro:- Que tengas prosperidad en tu negocio.-Y me despido por completo.
Avanzo hacia la montaña que me indicó mientras la gente del pueblo sale de sus casas hacia la tienda. En el bolso que me ha dado hay 3 bocadillos, una botella de agua, ropa interior y un estuche, en el que hay maquillaje. Dentro hay una nota que dice "No vayas fea ;)".

-Gracias- digo como si estuviese delante y echo a correr hacia la montaña, con la ilusión de la aventura en el cuerpo.

Dioses caídos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora