You're my favorite place O.S (Ziam, Larry y Muke)

Happy Birthday Mikey (Muke)

Flash-back:

Mike estaba sentado en su pequeña silla de plástico, como todos los días nadie se sentaba junto a él en las mesitas, también de plástico, del kinder. Siempre estaba sólo, nadie se quería sentar o pasar un recreo junto a él. Estaba triste por eso. Por que como todo niño de 5 años, mejor dicho 6 ya que hoy es su cumpleaños, quería un amigo con el cual poder divertirse o jugar a los autitos. Él siempre observava a los mismos niños Calum y Luke, que se sentaban en la mesa siguiente a la suya, pero ellos parecían no notarlo, o eso pensaba Mikey. Lo cierto era que Luke, el pequeño rubio de hermosos ojos zafiro que se sentaba frente a él, siempre quiso sentarse junto a él o invitarlo a jugar con sus muñecos de juguete, pero simplemente sentía mucha vergüenza para hacerlo. Pero había escuchado que hoy era el cumpleaños de él pequeño rubio de ojos esmeralda, y quería que no estuviera sólo. Así que miró a Calum.

- Cal, hoy no me sentare contigo- le dijo muy decidido mientras se paraba de su sillita.

- ¿Me dejarás sólo?- preguntó el pequeño morocho con un puchero.

- Sip, nos vemos luego- dijo sonriendo de manera inocente y caminó el corto trecho que lo separaba de Mike. Estaba un poquito nervioso, se mordía su pequeño labio inferior y jugaba nervioso con sus manos. Se paró frente a la mesa del otro rubio.- H-hola.- tartamudeo el pequeño. Era raro que un niño de su edad tuviese nervios por algo, pero Luke los tenía, y realmente ni él sabía el porque de estos. Mike levantó su mirada hacia el chico que tenía frente. Sonrió ampliamente al ver que era el chico con el cual siempre quiso hablar, con el cual siempre quiso jugar y llevarlo a merendar a casa. Pero seguía siendo tímido así que se limitó a sonreír- Me sentare contigo... escuche que hoy es tu cumpleaños- dijo Luke con su voz infantil. Ya no estaba nervioso, la linda sonrisa que le había dedicado Mike había hecho desaparecer los nervios que sentía. Tomó asiento a su lado.

- Si... lo es- murmuró Mike jugando con sus manos. En cierta parte estaba feliz, porque en su casa le harían una fiesta y tendría mucha comida, regalos y demás, pero no tenía a ningún amiguito al cual invitar, así que sólo irían sus molestas tías que le apretaban sus cachetes y lo llenaban de baba cuando le daban besos por toda su pequeña cara, también irían sus molestos primos y sus primas que sólo jugaban con sus muñecas y lo ignoraban. Él no quería eso, él quería divertirse en su fiesta de cumpleaños y eso no iba a pasar.

- ¿Estás feliz? Siempre que es mi cumpleaños estoy muy feliz, mami me da muchos besos y galletas, me deja quedarme en casa durmiendo y luego me saca a pasear- le dijo Luke sonriendo. Mike fruncio su pequeño ceño. Sonaba como si su mamá lo tratará al igual que a un perrito  "mami me saca a pasear, mami me da galletas, mami me deja dormir". Así trataría él a un perrito. Pero en cierto modo sintió un poco de celos por su mami, ya que la suya lo obligaba a venir al kinder igual y no lo dejaba dormir.

- Eso suena bien, mi mami me hará una fiesta, voy a tener muchos regalos- dijo Mike sonriendo.

- ¿Y puedo ir? Porque a las fiestas de cumpleaños se invita a los amigos...y yo soy tu amigo, porque me senté contigo- le dijo Luke sonriendo. Mike asintió, era un poco extraño lo rápido que se hacían amigos al ser sólo un niño, pero eran eso unos niños, ni siquiera sabían el significado de la palabra amigos.

Fin del Flash-back.

Volvía a ser el cumpleaños de Mike, pero 14 años después, ósea que el Mike de 6 años ya no existía, el único rastro que quedaba de él eran los hermosos ojos color esmeralda. Él chico había crecido, se había tatuado un par de cosas, se había perforado las orejas y también una ceja, teñía reiteradamente su cabello y se vestía de una forma muy única, que le sentaba genial. Se miró en el gran espejo de su habitación y se sonrió a sí mismo. No estaba nada mal. A Luke le encantaría, estaba seguro.