Parecíamos dos tontos enamorados. Quizá eso era lo que éramos.
Después de tú frase ya no hubieron palabras porque mi corazón latía tan fuerte que estaba segura que lo escuchabas a la perfección.
¿Quería ser yo más que tú amiga?
Sonreí, con tanta efusividad que mis mejillas dolían. Por supuesto que quería serlo. No obstante, esa confesión no era un a declaración formal, no me lo pedías más bien me informabas de algo que para cualquier otro era obvio.
ESTÁS LEYENDO
Mi Dulce Karma
RomanceMi primer y único amor. ---- Créditos por la hermosa portada a @GCRosemary.