Mi Dulce Karma

Nueve

- ¿Estás bien? -preguntaste sin despegar tu vista del tipo que un día fue mi "algo" por así decirlo.

Asentí con la respiración pesada, ¿en qué líos me metía?

- ¡Ja! Ahora ya sé porqué no me has ido a buscar -dijo con ironía aún en el suelo-. Ya tienes quien te toque y te deje húmeda. Sabía que eras puta pero no tanto. ¡Vaya, tan seriecita que te veías!

Suspiré con dolor. En parte tenía razón.

- ¡A ella no le hables así! -mascullaste -, deja de decir tales brutalidades y vete a la joda de aquí.

- ¿Y si no, qué? -dijo a la defensiva.

Me sentía tan mal jamás debí involucrarte en nada.

-Me encargaré de que tus días sean un infierno -amenazaste.

-Ya lo veremos -dijo con una sonrisa burlona que conocía a la perfección.

Parecía que mi corazón se quería salir de su lugar casi podía jurar de que eras capaz de escucharlo mientras permanecía detrás de ti.

Se puso de pie al tiempo que tocaba el lugar del impacto en su rostro. Escupió sangre.

-Esto no se quedará así -advirtió después de limpiar su boca con la manga de su playera.

El sonido inconfundible de una motoneta inundó el silencio de la noche. Una última mirada fulminante te dedicó antes de irse a toda velocidad con el chico de la moto. Tus hombros se tensaron, sabía que estábamos en un problema muy grande.

-Perdón -susurré en un hilo de voz.

Sonreiste con dulzura, lo podía ver en tus ojos, lo podía sentir en tu mirada.

-No tengo nada que perdonarte, no dejaré que nada te pase, mi chaparra.

Fruncí el ceño, aún tenía hasta los veintiuno para crecer más según me había dicho mi madre.

Reiste.

-Perderé una amistad por protegerte pero, ¿sabes? Vale la pena. No quiero que ese idiota vuelva a tocarte.

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Hola! Bueno, inicié muchas historias que no podía dejar en borrador y con todas estoy avanzando unas más rápido que otras pero ahí vamos.
Pero tengo unas bien pinshis lindas ya terminadas que quizá les gusten. Deseo Odiarte y Siempre Tuya. También la que está muy avanzada es la de En la monotonía del matrimonio.
Todas diferentes y todas re-lindas pero que puedo decir si yo las estoy escribiendo, en fin, un beso y espero con fervor verlos por allá si no las han leído. Saludos! :*