Epilogo

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Abrí un ojo al escuchar un ruido proveniente de afuera de la habitación.

Frunciendo el ceño abrí el otro y me quedé quieto en medio de la gran cama.

Giré mi cabeza para mirar al costado de mí y estaba vacía, ella no estaba.

—Adam Bieber, mi vida, ven aquí. Te dije que no corras más cerca de las escaleras... vas a caerte, corazón. Y no quiero que eso pase. —escuché su dulce voz, esa era su manera de regañarlo.

Ya le dije un millón de veces que así, él seguiría siendo un rebelde.

—No lo volveré a hacer, mami —dijo él.

Sonreí levemente, era un pequeño demonio.

—Kurt, mi amor, ¿puedes pasarme tu camiseta? —escuché unos pequeños pasos que pasaban por delante de la puerta.

—Aquí tienes mamá —dijo él y volví a escuchar sus pasos.

—Lyla, mi cielo, ¿ya estas lista? —preguntó ______.

—¿Dónde está mi muñeca, mami? —preguntó con voz preocupada.

—¿Te fijaste debajo de la cama? —dijo su madre.

—¡Aquí esta! —dijo contenta.

—Bueno, ¿ya están listos? —les preguntó.

—Casi —dijo Kurt.

—¿Por qué se están poniendo tan lindos? —dijo ______.

—Lo que pasa es que queremos impresionar a la maestra de natación —contestó Adam.

Reí por lo bajo.

—Con que eso es —dijo ella sin poder creerlo —Ustedes dos son terribles, no puedo creerlo.

—Ya mamá, tranquila —la calmó el pasivo y a la vez seductor Adam —Sabes perfectamente que tú eres nuestra favorita.

—Él tiene razón, ma —lo siguió mi otro pequeño galán —Tú eres la dueña de nuestros corazones. Las demás nada significan.

—Ay por dios —dijo ella divertida —¿De donde habrán sacado ustedes dos esa manía de comprarme?

—Tenemos un buen maestro —aseguró Adam divertido.

—Ya lo creo —dijo ella.

—¿Papá no irá a trabajar hoy, ma? —preguntó Kurt.

—Papi está de vacaciones... hoy comienzan —contestó ella —Vayan bajando que el desayuno está listo.

Mientras yo termino de peinar a su hermana.

Ellos dos bajaron las escaleras.

—Hija, ven al baño.

—Voy.

—¿Estás contenta de empezar la escuela? —le preguntó.

—Si, pero tengo miedo —dijo ella.

—¿Miedo, mi cielo? ¿De qué?

—¿Qué pasa si me pierdo? ¿Cómo voy a volver? —dijo preocupada.

—Tus hermanos van a cuidarte, no tienes que temer de nada princesa mía —la calmó _____.

—No lo creo, ellos se la pasan babeando por la maestra de natación. Son unos bobos.

—Te van a cuidar, yo lo se —dijo divertida su madre.

Sonreí con ternura, mi pequeña es tan hermosa. Tan hermosa como su madre.

Dangerous Obsession { Justin Bieber }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora