—Pero ¿Por qué? —preguntó Chaz.
—Porque me pidió que me fuera y no me fui y le dije que hoy iríamos los tres al partido de los lakers le gustara o no, y entonces ella me dijo que si quería jugar que jugara, pero que ella también iba a hacerlo —les conté.
—¡Un momento! ¿Acabas de decir partido de los lakers? —dijo Somers.
—¿Llevaras a _______ y a Alex al partido? —dijo sin poder creerlo Ryan.
—¡Bueno! No podía dejar que salieran hoy y perderme el partido por estar detrás de ellos. Algo tenía que hacer... y no se me ocurrió mejor cosa que invitarlos al partido —me defendí.
—No puedo creerlo, ¿Qué te pasó amigo? De verdad esto ya me preocupa —dijo Somers.
—Quiero llorar, quiero... quiero a tu prima Justin —habló Ryan.
—¿Acaso tu también vas a querer un psicólogo? —le preguntó Chaz.
—¿Podríamos ir por orden y concentrarnos en mi problema? Después vamos a todos los problemas de ustedes —les dije.
—Tu problema es simple y sencillo... tienes que ir agarrar a _______ y decirle: _______ yo no se en que momento pasó, ni como. Pero te amo, y no puedo dejar de pensar en ti... me he vuelto un completo *******... un poco más de lo que ya era. Y ahora todo mi mundo depende de ti... de tu mirada, de tu sonrisa. Solo quiero estar contigo y que seamos felices. Por favor, se mía para siempre —habló cursimente. Chaz y yo estallamos en risas. ¡Oh dios, eso no podía ser cierto!
—¿Eso es lo que estas pensando decirle a mi prima? Te lo digo amigo, se te va a reír en la cara. Eres demasiado cursi...
—Que bajo concepto tienes de Ashley, es mujer todas las mujeres se derriten quieran o no con esas cosas. Pueden comprobarlo ¿Cuántas veces usaron a Neruda o a sus equivalentes para conquistar a una mujer? —nos preguntó.
—Tienes razón —dijo Chaz.
—La única diferencia es que esta vez cuando se lo diga, si es que me animo a decirle le hablaré desde el corazón —dijo totalmente cursi. Fruncí el ceño.
—Hermano... me emocionas. Eso se llama tener los pantalones bien puestos y amor por otra persona además de ti —lo felicitó Chaz.
—Lo se, la diferencia entre Justin y yo es que yo se cuando ser humilde —se defendió.
—Ustedes dos no me están ayudando... solo me están hundiendo —les reproché.
—No es eso Justin, sino que intentamos hacer que entiendas que no todo en la vida es sexo y atracción física... esta permitido que sientas amor por la chica con la que te acuestas —me aclaró Somers.
—Pero yo no quiero sentir amor —le dije.
—¿Por qué? —preguntó Butler.
—Porque no sirvo para sentir amor —aseguré. Porque cuando se siente amor y lo pierdes... es un dolor terrible. No quiero volver a sentir una cosa así
—Todos servimos para sentir amor Justin... no seas terco piénsalo así. Imagínate que _______ se enamora de Pettyfer y empiezan a salir —me dio un ejemplo Chaz.
—¿Cómo vas a sentirte? —dijo Ryan.
—Antes de que eso suceda lo mato —dije simplemente.
—Dile lo que sientes antes de que sea demasiado tarde.
—Y la pierdas para siempre...
¿Para siempre? Para siempre es una palabra demasiado grande. Pero entonces me puse a pensar un poco en aquello. ¿Cómo sería perder algo que nunca tuve? ¿Cómo sería perder a alguien que no se si amo? Entonces miré la hora en la pared de la cocina y ya eran las 7 de la tarde. Maldición iba a llegar tarde, y no podía permitirme eso.