Bad Blood → KaiSoo

s i e t e

De ataques por la espalda y agentes heridos.

Jongin no es que había hecho las cosas bien, de acuerdo, él nunca hizo las cosas bien; pero en su defensa, tenía muchas cosas en qué pensar.

Luego de esa aparatosa salida con Kyungsoo y Sehun —el idiota, idiota, idiota Sehun— Jongin volvió hecho una bola de furia y fuego a la agencia. Durante el camino de regreso no hizo más que lamentar su miseria, ver a Sehun ligándose a Kyungsoo y éste dejándose. Molesto era poca definición para su estado actual.

Jongin no podía evitarlo, es decir, discutir con Kyungsoo hasta por el aire que respiraba. Estaba en su naturaleza ser posesivo con el que alguna vez fue su mejor amigo; odiaba cuando Sehun se le insinuaba, odiaba verlo hablar con Baekhyun porque estaba al tanto de la clase de relación que ambos tenían, odiaba todo lo que tenía que ver con Kyungsoo porque lo hacía inestable y bipolar, como una pequeña perra celosa de sus crías o algo así. Discutir con Kyungsoo bien podía ser el pan de cada día en su vida desde que tuvo la osadía de regresar, sin embargo era el platillo que le sabía amargo casi tanto como los recuerdos.

Pelear con Kyungsoo por todo se estaba convirtiendo en su veneno.

Jongin vagaba por los alrededores de la agencia, la mitad de los empleados le miraban mal y la otra mitad simplemente le ignoraba. Las únicas personas con las que podía entablar una conversación más o menos decente eran Chanyeol y su compañera Moon Byul, estar en medio de ellos dos lo hacía sentirse menos miserable. Chanyeol tenía una extraña relación con la chica, y más de una vez, Jongin los había pescado compartiendo un abrazo, un beso o una palabra de cariño. En el pasado, Chanyeol había sido bastante revoltoso con sus conquistas, Jongin recordaba centenares de novias, todas guapas, y entre ese lote, por muy extraño que pareciese figuraba Byun Baekhyun, porque fue una especie de época homosexual y rebelde; luego de que las cosas entre ambos no funcionaron, acordaron quedar como amigos. Ahora Chanyeol era un hetero de hueso y Baekhyun, siendo Baekhyun y amaneciendo entre las piernas de Kyungsoo pero otra vez, Jongin no iba a pensar en esas cosas.

Chanyeol y Moon Byul habían dejado una nota de «Volvemos en 5» y Jongin supuso que o andaban follando, o almorzando. Así que sólo lo pasó por alto y regresó a la planta principal en la sala común, donde se reunía todo mundo a presumir de sus logros como agentes, y a no hacer nada en particular.

Muy mala idea.

En la sala estaban Baekhyun y Kyungsoo, sentados uno al lado del otro mientras hablaban de cualquier cosa, y estaba bien, Kyungsoo podía hablar porque era permitido por los estatutos invisibles de Jongin, pero Kyungsoo no más vio a Jongin se lanzó a los brazos de Baekhyun pasando por encima de las quejas de este porque «Kyungsoo, todavía me duele la herida, sabes» y entonces era acallado por los abultados labios del pelirrojo que Jongin había tocado escasas dos veces en su vida.

Jongin lo odiaba sobremanera. A Kyungsoo por jugar con fuego, a Baekhyun por ser Baekhyun y tener cara de no disfrutar los labios de Kyungsoo y a Sehun quien susurraba cosas a su lado tipo «Te lo están bajando». No soportando la molestia, Jongin decidió actuar. Y con Sehun sembrando cizaña en su camino, la decisión fue contundente.

—La sala común no es para andar besuqueándose —demandó.

Kyungsoo dejó de posar sus manos en todo el cuerpo de Baekhyun y resopló mirando hacia Jongin, estaba haciendo esa cara de «Me estás quitando la diversión, Kim» pero Jongin se mantuvo firme a pesar de que esa cara que le estaba dando sólo un poco, un poquito, de miedo.

—Es lo que le he estado diciendo, pero no puede quitarme las manos de encima —dijo Baekhyun, y a lo lejos se escuchó como Sehun se ahogaba en sus propias risas.