Capitulo 4

49 14 10
                                    

-¿Puto loco? -preguntó divertido- ¿Yo? ¿Acaso te has visto Andrea? -Andrea... La primera vez que me llama por mi nombre. Suena bien en sus labios- Estás a un paso de llegar a la locura.

-¡Aquí el único desquiciado eres tú, cabrón! ¡Suéltame o te juro que... que... que te mataré!

-No si te mato yo antes... Pero antes tendríamos que divertirnos un poco, ¿no crees? -su mirada era lasciva que dejaba los pelos de punta- ¿Crees que puedes hablarme así? Mereces un castigo.

No, no, no, no, no. ¿Iba a abusar de mi? No, esto no podía estar pasando. ¡Pues claro que no podría estar pasando! ¿A que clase de persona le raptan para entrenarla para a saber qué, en casa de un desconocido? Esto era de película, como las novelas que leía. Fantasía. Pura fantasía.
Subió las escaleras con migo cargada sin ningún problema, entró a su habitación y me descargó en la cama. Se giró y buscó algo en unos cajones, de ellos sacó un par de esposas, colocándolas en cada una de mis muñecas. Se sacó su camiseta dejando al descubierto su torso y brazos llenos de tatuajes.

-¿Qué vas ha hacerme?

Me miró a los ojos y sonrió de medio lado. Salió de la habitación omitiendo mi pregunta.
Escuché a la lejanía como una puerta se abría y se cerraba con un fuerte golpe. James entró causando en mí un gran miedo, en la mano derecha llevaba un cuchillo afilado.

-Ahora verás lo loco que puedo llegar a ser. -dijo, con la sonrisa más grande todavía.

Se colocó a ahorcajadas sobre mí.

-No me odies por esto preciosa.

-¿Odiarte todavía más? -escupí.-Imposible.

Pasó el filo del cuchillo por mi cara bajando hasta mi cuello, desgarró la camiseta que llevaba puesta dejándome en sujetador, por donde deleitó su mirada por mis pechos. Bajó el cuchillo a mi abdomen, dejando un rastro de pequeños cortes, sentí como la sangre tibia me recorría. Clavó la punta en mi vientre bajo causándome que chillara del dolor.

-¿Te duele? -preguntó con una sonrisa.

Lo miré con rabia y odio, haciéndole reír aún más.

-Quiero que tengas estas cosas presentes cuando te mate.

-¿Me estás amenazando?

-Sí.

-No estás en posición de amenazar Andrea, y quien dice que no te voy a matar ahora, ¿eh?

-Púdrete -escupí.

-Me gustan las chicas rudas.

-Pues a mi no me gustan los cabrones como tú.

Volvió a clavar la punta más adentro lo que hizo que me retorciera.

-¿Ah no? Tampoco lo pretendo.

Lo miré con odio, impotencia, eso era lo que sentía en estos momentos, de no poder hacer nada, de no poder defenderme, solo quería correr hasta no poder más, ir a mi casa, a mi habitación y acurrucarme en mi cama hasta que pasara el peligro. Sacó la punta y la acercó a mi rostro, clavando el filo en mi mejilla dejando un pequeño corte que escocía - No me gustaría lastimarte el rostro, es demasiado bello, mejor probemos en otros lugares.- Acercó el cuchillo a mi sujetador, dibujó un camino hasta mi ombligo, dejando pequeños cortes profundos.

-Si quieres matarme, mátame ya. Déjate de juegos.

-No quiero matarte.

-¿Qué quieres de mí? -pregunté, esa pregunta merodeaba por mi cabeza días atrás. La deuda que tenía era con mi padre, no con migo. Si lo que quería era dinero podía ofrecérselo sin ningún problema.

-Creo que no entendiste la parte de 'eres mía'. Ahora me perteneces.

-No soy un objeto, soy una persona.

-A partir de ahora lo eres, eres mi juguete y como todo dueño puedo hacer con tigo lo que me plazca. Si decido matarte lo hago, si decido venderte por que me cansé de ti lo hago, si decido abusar de ti lo hago, -poco a poco se iba acercando más, hasta quedar frente con frente- si decido atarte a mi cama lo hago y si decido desnudarte lo hago. Eres un objeto, un mueble, no tienes emociones ni sentimientos, no tienes nada.

Sentí como las lágrimas rodaban por mis mejillas, impidiéndome ver con claridad. Yo no quería esto, todo era una pesadilla, ahora más que nunca echaba de menos a mi madre, ella sabría lo que tendría que hacer pero no estaba, solo quedaba yo en este mundo, mi peor pesadilla se hizo realidad. Quedarme sola, estaba sola, no tenía a nadie. Empecé a marearme, tal vez por la sangre perdida, la vista me daba vueltas, poco a poco todo se iba tiñendo de color negro, la voz de James se escuchaba lejana, no entendía lo que decía. Relajé mi cuerpo y caí...

+5 votos & +1 comment y la sigo :)
Feliz Navidad a todos! Espero que hagáis muchas cosas de las que luego os arrepintáis ( ͡° ͜ʖ ͡°) y bueno que os la paséis muy bien🎄 comenten si quieren más fotos de James o de Andrea :)

PAINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora