capitulo ocho

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Cuando llego a su casa se dirigió a su habitación pues lo último que quería era hablar con alguien y es que lo sucedido en la fiesta lo había sumido en las más bajas de las depresiones, el saber que sungmin, su sungmin anunciaba una boda repentina lo había dejado en shock, ni siquiera había podido pedirle una explicación pues una vez anunciado aquel evento había desaparecido junto con su ahora prometida y las veces que le había llamado al celular este no respondía.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no vio cuando la puerta se abría y su madre entraba con una taza llena de café y el rostro lleno de preocupación.

—hijo, te traje algo de beber—menciono la mujer con cautela.

—gracias Omma, puedes dejarlo en el escritorio lo beberé después, ahora si no te molesta me gustaría estar solo.

—Entiendo— dijo la mujer—solo recuerda que puedes contar conmigo para lo que sea.

—Lo sé...— contesto el castaño viendo las pequeñas gotas que empezaban a caer del cielo.

Una vez fuera de la habitación la mujer se marchó hacia la sala donde un rostro familiar la esperaba.

— ¿Como esta?— pregunto la joven.

—con el corazón roto.

—Pero Omma ¿cómo es que usted sabia de los sentimientos de Kyuhyun hacia minnie?

—El corazón de una madre no se equivoca Hye Sun, su padre y yo lo supimos desde el primer día que mi hijo trajo a min a la casa, se nota en su mirada lo mucho que lo ama.

—Entonces ¿porque aceptaron nuestro compromiso?—pregunto la joven confusa.

— Porque si habían tomado esa decisión era por algo y nosotros no quisimos entrometernos, además a ti te queremos como a una hija.

—Pero minnie también está enamorado de Kyu estoy segura de que Eun ji lo amenazo para que accediera a casarse con ella y yo me voy a encargar de averiguarlo.

—Te lo agradezco mi niña nada me haría más feliz que ver a mi hijo dichoso y que tú encuentres al hombre de tu vida—dijo la mujer consiente del rubor que surgió en el rostro de la joven.

—No se preocupe que yo me encargare de llegar al fondo de todo esto—menciono decidida Hye Sun.

Mientras las mujeres conversaban en la planta baja arriba en aquella habitación oscura se encontraba un chico recostado en su cama con los ojos cerrados tratando de contener las lágrimas que hasta el momento no había derramado.

Afuera, bajo la lluvia un chico veía hacia la ventana donde se encontraba la persona a la que más amaba y a la cual sabia estaba haciendo sufrir.

—perdóname Kyu—susurro sungmin.

Un auto se detuvo frente al muchacho, una de las puertas se abrieron dándole paso a su interior.

—valla minnie ¡mírate! Estas empapado—menciono la joven para luego dirigirse al chofer — vamos—le ordeno — llévanos a casa del joven sungmin antes de que pesque un resfriado, no quiero que mi futuro esposo se enferme.
Si había alguien a quien ese momento odiara más que a nadie era a la mujer que tenía a su lado y que le sonreía victoriosamente.

Una vez llegado a su casa sungmin recordó lo que había pasado horas antes a la fiesta. Eun ji le había confesado que sabía todo acerca de su relación con Kyuhyun, aunque al principio trato de negarlo no pudo hacerlo más cuando la pelinegro le mostró diferentes fotos de ellos en las que se encontraban en diferentes situaciones comprometedoras y se golpeó mentalmente por no haber sido un poco más discreto.

la otra cara de nuestra amistad (KyuMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora