capitulo cinco

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Ambos chicos se encontraban viéndose fijamente sin articular palabra, después de que sungmin saliera del baño se había sentado enfrente del castaño, después de un largo silencio el más bajo fue el primero en hablar.

— ¿Porque nunca me dijiste lo que sentías?— le pregunto

—tenía miedo de que no sintieras lo mismo por mí y te alejaras de mi lado.

—Si tú estás enamorado de mí ¿porque vas a casarte con nuna?

Una sonrisa salió del castaño y le respondió:

—porque Hye Sun era mi única salvación, ella siempre ha sabido lo que siento por ti y no le importó, siempre estuvo a mi lado apoyándome aunque se escuche cruel no me caso con ella porque la ame la quiero mucho, es mi adoración de eso no tengas ninguna duda pero me caso con ella porque es la única forma que encontré para poder olvidarme de ti.

— ¿Olvidarte de mí?—le pregunto

— ya te lo dije creía que no sentías lo mismo— contesto acercándose a su amigo— pero ahora que lo sé soy muy feliz, por favor Min no te alejes de mi lado no lo soportaría— continuo diciendo el castaño acortando aún más la distancia entre los dos a lo cual sungmin no puso objeción.

—No lo haré... Kyu ni ahora ni nunca.

Y acortando la poca distancia que los unía sello sus labios a los del más alto, al principio el beso fue tierno ambos trataban de recordar esos labios en su memoria para siempre, se sentían en la gloria con ese simple tacto, poco a poco el beso se volvió más intenso más apasionado, Kyuhyun con mucha sutileza fue quitando la playera de sungmin y este al sentir las frías manos soltó un ligero gemido para después separarse un poco de él, al hacerlo el castaño pudo notar al más bajo ruborizado y pensó que seguramente el igual se encontraba de la misma manera.

—Si no quieres...—le murmuro a sungmin pero grande fue su sorpresa al notar que era ahora el mayor que se había acercado a él para besarlo.

Después de unos minutos las prendas de ambos fueron desapareciendo de sus cuerpos, Kyuhyun acariciaba la espalda de sungmin y daba ligeros besos en su cuello dejando algunas marcas a su paso

—Eres perfecto—le susurro a su amante y volvió a besarlo.

Ambos podían sentir como sus cuerpos temblaban debido a su nerviosismo ya que sería esta la primera vez que intimaban con alguien.

Kyuhyun continuaban acariciando el cuerpo de sungmin hasta que lentamente fue abriendo las piernas del rubio a lo cual este se sonrojo.

—Prometo no hacerte daño—menciono—sé que es la primera vez que voy hacer esto pero seré cuidadoso.

—lo se Kyu—respondió sungmin— sé que no pasara nado malo porque eres tú el que está aquí conmigo.

Kyuhyun se acercó de nuevo hacia sungmin para volver a besarlo y seguidamente introducir uno de sus dedos por la entrada del más bajo, este al sentirlo soltó un quejido de dolor y Kyuhyun se detuvo para cerciorarse de que sungmin se encontrara bien, sabía que la falta de lubricante haría que el rubio sintiera más dolor.

—No te detengas—le pronuncio su amante.

Este al escuchar aquellas palabras introdujo un segundo dedo, necesitaba que sungmin se acostumbrara a esas nuevas sensaciones y al cabo de unos segundos al sentir que el cuerpo de su amante se acoplaba introdujo su tercer dedo.

—Por favor Kyu—murmuro sungmin con la voz entre cortada —hazlo de una vez no creo aguantar más.

Escuchar aquella suplica hizo que se excitara aún más, rápidamente saco sus dedos e introdujo su miembro, sentir lo estrecho que era sungmin hizo que soltara un gemido. Se quedó quieto unos segundos esperando que sungmin se acostumbrara a él hasta que poco a poco fue moviéndose, primero sus estocadas fueron lentas para después hacerlas más rápidas, la habitación fue llenándose poco a poco de los gemidos de placer de los dos, no tardaron mucho en llegar al orgasmo sungmin corriéndose en su estómago y Kyuhyun llenando con su semilla el interior de su amado marcándolo como suyo para siempre, lentamente se retiró del interior del más bajo y busco algo con que limpiar su abdomen, luego se acostó a su lado, sungmin se giró para verlo y le sonrió a lo cual este hizo lo mismo, se acercó y lo beso. Afuera era ya de noche, los únicos testigos de aquel amor fueron la luna y las estrellas.


la otra cara de nuestra amistad (KyuMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora