Capítulo IV

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-No soy el chico para ti-

Quede helada con lo que dijo. No entendía sus intenciones conmigo ¿Porque hizo todo ese teatro entonces? ¿Para que me ayudó? ¿Esto era una cita o solo una distraccion? No aguanté y cerré mis manos con fuerza.

Ya no quería seguir aquí, me levanté y él al instante se levantó mirándome con curiosidad pero a la vez sorprendido.

Salí del lugar caminando lo más rápido que podía, podía sentir mis ojos arder, mi vista se empezaba a nublar por las lágrimas, aún  podía oír su voz diciendo mi nombre.

Ya no me importaba en lo absoluto lo que podría pasar.

Solo quería llegar a casa.

De repente siento un fuerte agarre en mi torso y a los segundos la bocina de un auto pasando a un metro de mi. Me voltea para verlo a la cara y yo trato de secar mis lágrimas para tener una mejor visión.
Y ahí estaba él a centímetros de mi cara mirándome con seriedad y preocupación.

—No puedes salir así...

Me solté de su agarre y di un paso atras, no respondí... no tenia ganas de pasar por esto, solo lo observé...

¿Porque lo veía tan lindo? ¿Acaso eso importa ahora? No.

Como no respondí, continúo hablando.

—Lo siento, no creo ser el indicado para ti...

¿En serio me va a volver a decir eso? Esta vez no quise quedarme callado y le respondí firme.

—Tu no sabes si eres o no para mi...

—Lo siento... pero no soy la persona que crees que soy.

No tenia intención de responder, solo lo miré con curiosidad y molestia.

—Mira... lo siento, en serio...

Me cansé de esta situación. Es ahora o nunca. Suspiré, con la voz seria y calmada respondí.

—Yo no te conozco bien Rubén, déjame ver que tengas razón, déjame conocerte...

Bajo la vista unos segundos, me mira de nuevo a los ojos y me sujeta con fuerza de la cintura, su rostro lo tenia demasiado serca del mio podía sentir su respiración...

—¿Estas segura de lo que quieres hacer..?

Su voz era seria y calmada, me miraba como si fuera algo nuevo para él, como si esto nunca le hubiera pasado antes.

—S-si...

Baje la vista porque sentía que me sonrojaba, pero me tomo de mi mentón para que vuelva a mirarlo a los ojos, pude notar que me observaba cada detalle de mis ojos y por un segundo miró mis labios. Eso me provocó una pequeña chispa en mi interior... sentí que volvió a respirar y casi susurrando me dijo

—¿Te llevo a tu casa?

—Si...

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—Gracias por traerme...¿Quieres pasar a casa un segundo?

Mira la hora en su auto, tratando de ver si le sobraba tiempo y me mira con una pequeña sonrisa.

—De acuerdo.

Metí la llave en el cerrojo y abrí la puerta, pasamos los dos y...

Miro el sofá de la sala y veo a Lili con Mangel teniendo relaciones, Lili pega un mini grito con una risa y se tapa con una frazada del sofa, ella estaba solo con una camisa de hombre, supongo que es del chico semidesnudo que esta a su lado.

50 sombras de Doblas《EN EDICIÓN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora