Capítulo III

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14:08 hs
Abrí mis ojos lentamente y desperté en una habitación que no reconocía, como puedo me siento en la cama. Miro a mi alrededor

¿Estoy en un departamento?

Me miro mi cuerpo y tenia otra ropa...

¿Que?

Miro a mi izquierda y en la mesita de luz había una pastilla y un vaso con agua...¿Sera para mi?

Miro la nota que estaba apoyada en el vaso:

"___, toma la pastilla"

Decidí tomarla y siento que abren la puerta.

—Rubén... -lo mire sorprendida... ¿Qué pasó anoche?

—Por fin despiertas... -Se sienta en la punta de la cama.

—Emm si -dije un poco tímida

—¿Te sientes mejor? -me miraba con una pequeña sonrisa

—¿Te sientes mejor? -me miraba con una pequeña sonrisa

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—Creo... que si...

Él solo asintió y se saco su camisa y... ¡ESPEREN! ¿Se saco la ropa? Esta en bóxer frente a mi...

Me estaba muriendo por dentro, dios esa pansita y esas manos venosas... su piel es tan delicada...me empecé a mordía el labio inferior inconscientemente.

—¿Que miras?

Me pregunta con una cara de pervertido, lo deje de mirar de inmediato, controlarte ____.

Miré hacia abajo y recordé la ropa que llevaba puesta

—¿Como tengo esta ropa? ¿Acaso me cambiaste la ropa? ¿Y la mía?

Dije un poco sonrojada y el entro al baño sin responder... se escucha la ducha, ¿Porque me ignoró? Y ¿Porque se saco la ropa delante mio? Pensar en eso me hizo estremecer, siento un cosquilleo en mi estómago, ¿mariposas?

Escucho que sale del baño, tenia otros bóxers y se secaba el pecho mientras me miraba. Estaba por hablar pero habló él primero.

—No me quedo elección, la ropa que tenias estaba sucia...

—¿Como sucia?

—si, tenia vomito... -río jugueton.

Que vergüenza, me sentí un poco mal por lo que había pasado ayer... no debí tomar así...

—Lo siento... y... ¿Esta es tu casa? -cambio el tema ya que me incomodaba hablar sobre lo otro...

—Quédate tranquila... tu ropa ya esta limpia -me señala una silla que estaba al lado de la ventana
—Y este edificio es mio... estamos en la mejor habitación. Y no. No es mi casa, aquí me quedo por negocios a veces.

Otra pregunta invadió mi mente que no me dejaba pensar tranquila.

—Y... ¿En que cama dormiste?

—En la que estas ahora..

50 sombras de Doblas《EN EDICIÓN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora