3.

357 11 4
                                    

Cuando llegamos nos sentamos en unas escaleras de piedra enormes, recuerdo muy bien que traía una pequeña mochila con algunos de mis cuadernos de clases, decidí mostrarte uno, era de la materia de inglés, tomaste un bolígrafo y empezaste a hacer tu firma en todas las hojas.
Yo no dije nada, pues de esa manera tendría un recuerdo tuyo.
Cerraste mi cuaderno y lo guardaste en mi mochila.
Nos quedamos callados un buen rato.
Recosté mi cabeza en tu hombro.
Entonces tomaste mi barbilla, te inclinaste un poco y me besaste.
Estaba nerviosa, no pensé que fueras a hacer eso, pero te soy sincera, me encantó.
Después quitaste tus labios de los míos y me abrazaste, yo hice lo mismo.
Nos quedamos callados nuevamente.
Así pasaron unos minutos, cuando dijiste; vámonos, quiero caminar.
Me puse de pie, te extendí la mano para ayudarte a levantarte y cuando te levantaste nos fuimos caminado por todo el centro.
Cuando llegamos a un lugar que estaba cerca de mi secundaria, nos detuvimos, recuerdo que me subí en tu espalda y te puse la capucha de tu chamarra y caminaste un pequeño tramo.
Cuando me baje aún no te quitaba la capucha, me puse enfrente de ti y burlando me te dije que te veías mejor así, entonces sentí como tus manos rodearon mi cintura y te fuiste acercando a mi, entonces estábamos unidos, sentí como nos convertimos en uno sólo, después en un pestañeo ya nos estábamos besando otra vez, yo pase mis manos por tu nuca y te seguí besando.

¿Para qué te conocía?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora