¿Para qué te conocía?

32.

Con mucha vergüenza, le dije que no, que por el momento no quería nada.
¿Aún lo amas verdad?... Preguntó Óscar, recargue mi cabeza en su hombro, y con voz entre cortada respondí que sí.
El me empezó a contar una pequeña historia que había vivido con una chava.. Tenían todo en común, los dos amaban la música electrónica, a los dos les llamaba la atención lo extremo, eran tal para cual, hasta que un día ella en un viaje con su familia a Texas, conoció a alguien más. Para la desgracia de Óscar, se quedarían a vivir haya. Dijeron que sería una relación a distancia, que estarían comunicados y harían videochat todas las noches..
La familia de aquella chica, tenía algunos problemas sociales y económicos por que la empresa en la que trabajaban sus papas había sido un fraude y quedo en quiebra, y sólo quedo con muy mala reputación, y si que eran problemas graves. Por eso decidieron crear una vida nueva en Texas.
Cambiaron sus números de celular, eliminaron sus redes sociales, vendieron su automóvil y consiguieron otro.
Cuanto Óscar intentaba llamarle, pensaba que no entraba la llamada por que estaba fuera de red o algo así, intento llamarle durante un año, y jamás volvió a saber de ella.
-Me rendí- dijo Óscar con un nudo en la garganta.
¿Ella realmente te quería? Le pregunté.
Suspiro y dijo, no lo se, quizás si quizás no. Si ella me hubiese querido me hubiera llamado...

No sabía que decir, lo vi tan mal...
Mientras se secaba una pequeña lagrima que caía por su mejilla me dijo "háblame más de el, quiero saber por que aún lo amas"...

Le conté tus defectos y tus virtudes, le conté sobre los maravillosos lunares que tenías alado de el ojo izquierdo, sobre tus hermosas y largas pestañas, le conté que tenías muchos sueños que te gustaría cumplir cuando tuvieras la mayoría de edad, le conté sobre la vez que te regale lo más sagrado que tenía, ¿lo recuerdas?... Le hable de tus miedos, no sabía por que lo estaba haciendo, pero me encantaba hablar de ti, siempre tenía en mente aquella frase que me decía la abuela, "recordar es vivir"...

Óscar se sorprendió, cuando notó que empece a llorar, me tomo entre sus brazos y me dijo con una voz muy sería, pero al mismo tiempo tierna, "ya pequeña, para"..