12.

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Recuerdo tu respuesta; pues deberías intentarlo.
Discutimos mucho, pero lo arreglamos todo.
Aclaramos lo de los anónimos habían puesto y otras cosas que presentías tu.
Ahora sí era momento de un paseo.
Te habías estacionado mientras discutíamos, así que encendiste el coche nuevamente y lo pusiste en marcha.
Pusiste música, trance, tu favorita.
Paseamos por todo el centro con la música algo fuerte.
Después pusiste música algo más tranquila, y bajaste la velocidad.
Saliste de las calles de el centro, y empezaste a dirigirte hacia una carretera.
Yo no te pregunte nada acerca de que a qué lugar me llevabas.
Llegamos a una colonia muy tranquila, casi nadie vivía ahí, y decidiste estacionarte.
Me dijiste que me fuera para el asiento trasero, y yo te pregunte que para qué y dijiste, ¿acaso no quieres abrazarme?...

¿Para qué te conocía?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora