Capítulo 48

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-Harry ¿podrías no perseguirme tanto?

-No te preocupes, yo también lo odio.

-Entonces por qué lo haces, te dije que no era necesario.

-No voy a explicarte lo que ya sabes.- Vaya, Harry estaba amargado hoy.-

-¡Oh mierda!-Chille en voz alta.-

-¿Qué?-Pregunto Harry alarmado.-

-¿Qué? Oh no.. Nada.- Respondí con una sonrisa nerviosa, cavaba de acordarme de Zayn. No lo habia visto desde la mañana y ya casi era mediodía. Debía hacer algo para sacarme a Harry de encima he ir por Zayn.- Oh mierda.- Volví a gritar, esta vez simulando dolor en mi estómago.-

-¿Qué?-Volvió a preguntar como lo hizo antes.-

-Me duele.-Chille retorciéndome de dolor en el sofá en donde estábamos viendo tele, bueno, yo porque Harry estaba leyendo un libro, 'Cincuenta Sombras De Gray.'-

-¿Qué cosa Tn?- Dijo dejando su libro de lado para verme.-

-El estómago. Por favor tráeme agua.- Chille dramáticamente.-

-No soy tu sirviente.

-¿Por favor?

-Está bien. Solo déjame leer mi libro de una jodida vez.

-Gracias.-Susurre aun tomándome el estómago y gimiendo de dolor. Una vez que Harry hubo desaparecido de mi vista salte del sofá y corrí hasta el sótano, abrí la puerta y entre, baje las escaleras pero no veía nada. Estaba oscuro.- ¿Zayn?-Pregunte insegura.- ¿Estás aquí.- No hubo respuesta.- ¿Zayn?- Volví a preguntar, entonces llegue hasta donde estaba el interruptor y encendí la luz.- ¡Dios mío!- Chille cuando lo vi tirado en el piso, corrí hasta él y le golpe suavemente la mejilla.- ¿Zayn? Hey.. Despierta..- Era inútil, sus ojos no se abrían, entonces comencé a preocuparme.- ¡Harry!.- Grite fuerte.- ¡Harry!

-¿Tn?-Lo escuche gritar arriba.-

-En el sótano.- Grite, estaba en problemas, Liam jamás, ni nunca iba a solapar esto. Estaba hundida.- ¡Zay por favor! No vayas a morirte.- Empecé a llorar.-

-Tn ¿Qué demonios estás haciendo aquí abajo.- Decía Harry mientras bajaba por las escaleras.- y ¿Por qué me haces ir por agua si tu no vas a.- Cuando me vio frunció el ceño, cuando se fijó en el cuerpo de Zayn tendido a mi lado corrió hasta donde estábamos.- ¿Qué mierdas?.- Susurro aun sin comprender que era lo que estaba pasando.-

-Tienes que llevarlo al hospital.- Pedí histérica. El rostro de Harry simulaba confusión y preocupación al mismo tiempo.- ¡Ahora Harry!.- Grite para que reaccionara, le ayude a subir a Zayn a su hombro para salir corriendo hasta el auto. Subí al asiento de atrás donde Harry dejo el cuerpo de Zayn, un minuto luego íbamos camino al hospital.-

-¿Tienes que explicarme que paso?- Me pregunto molesto. Pero no pude responder, las palabras no salían, en cambio empecé a llorar sin poder detener me.-Me estas poniendo nervioso.- Grito.-

-Es mi culpa.-Susurre después de un corto rato.-

-Solo tranquilízate, Zayn estará bien.- Contesto mirándome por el retrovisor, lleve mis manos hasta el cabello de Zayn para quitarlo de su frente. ¿Y si le pasaba algo? ¿Y si moría? Iría a la cárcel. Diablos me sentía tan culpable.

Cinco minutos después estábamos en el hospital, Harry tomo a Zayn y lo cargo hasta dentro, yo cerré la puerta del auto y corrí tras de ellos.-

-Ayuda. Por favor. Es una emergencia.- Las enfermeras que se encontraban cerca corrieron a traer una camilla para poner ahí el cuerpo de Zayn.-

-Por favor espacio.- Dijo una de ellas empujándome lejos.-

-¿Esta bien?-Pregunto Harry preocupado.-

-Su respiración está bastante inestable, necesitamos darle oxígeno, y revisar su pulso.

-¿Va a estar bien?-Volvió a preguntar, pero las enfermeras lo ignoraron y se lo llevaron a toda prisa. Sin decirnos nada. Mire a Harry, estaba inmóvil tan solo halando de su cabello. Limpie mis lágrimas con la mano y decidí acercarme.-

-Harry.- Lo llame.-

-¿Esto fue tu culpa cierto?- Pregunto volteando a verme.- ¿Qué fue lo que paso?- Quiso saber, sus ojos estaban húmedos pero tenía el ceño fruncido y la mandíbula tensa, estaba más que molesto.-

-Yo, no lo sé.-Mentí. Sé que era una cobarde mentirosa pero, no sé si estaba lista para que me odiaran aún más.-

-Llamare a Liam.- Dijo sin siquiera mirarme, quise decir algo mas pero no pude debido a que se alejó lo más rápido posible. Camine hasta un pequeño sofá que estaba a mi izquierda y me senté ahí, lleve mis manos hasta mi cara y comencé a llorar de nuevo. Esto también era mi culpa.


¡Los cinco inútiles y yo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora