Capítulo 24

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-Sábado. Hoy es Sábado, día de lavar mi ropa sucia. Estoy maravillada por la increíble lavadora que estos tontos tienen, es rápida, silenciosa y la amo.

Ayer no podía conciliar el sueño, no había luz y hacía mucho calor, tuve que tomar un baño para poder relajarme, gracias a eso hoy tengo unos cuantos moretones, me caí dos veces en la bañera y golpee mi cabeza una vez con la regadera, luego del baño me sentí mejor y logre dormir.

Me siento un poco tensa hoy pero no se por qué, como sea he decidido comenzar con mi rutina de ejercicio, los tontos tienen a demás de un gimnasio su propia cancha de basketball, así que voy a aprovecharla.-

-¡Hey mucama! Lava esto.- Alguien con rulos y extremadamente molesto entra al gran salón de lavandería gritando que lave su ropa.-

-Lávalo tú.

-¿Por qué lo aria si tu puedes?

-Porque no trabajo para ustedes, por eso.

-Pero si no mas recuerdo esta es mi lavadora ¿o no? -Pongo los ojos en blanco. -

-Y eso que.

-Tú te encargas

-Ni lo sueñes

-Me encanta cuando te pones necia.- Pongo los ojos en blanco de nuevo.- Te dejare aquí esto.- señala la canasta con la ropa sucia.- Y luego me preparas un sándwich.- Me guiña un ojo y sale de la habitación sin esperar a que lo insulte. Que altanero, está loco si cree que voy a... "Blink" el sonido de la lavadora me distrae, sonrió feliz, ahora mi ropa está limpia y seca.

.¨*.¨*.¨*.¨*...

Es casi mediodía y no he desayunado debido a que me desperté un poco tarde gracias a que ayer no había luz. Así que luego de dejar la ropa doblada en mi cama baje hasta la cocina para prepararle algo a mi estomago, muero de hambre. Veamos que hay en el refrigerador. ¡¡Guau, Miren esto!! Esto es el cielo. A puesto a que estos inútiles nunca han pasado hambre en sus vidas. Hay de todo, tienen un supermercado allí a dentro. Literalmente hay de todo. Sonrió ansiosa. Hay tanto que ni siquiera sé que quiero.

Voy a decidirme por algo balanceado, últimamente he estado comiendo mucha comida no tan saludable y eso me preocupa, sobre todo porque la voz chillona de mi madre resuena en mi cabeza cada vez que puede, siempre es lo mismo.

"Tn, No te comas eso"

"¿Por qué no comes verduras?"

"¿Podrías escucharme?"

"Algún día vas a agradecérmelo"

"Tn, he dicho que no lo comas. Estas castigada."

Mi madre es Nutriologa, o sea una obsesa del control acerca de mi comida todo lo que cocina es saludable. Pero bueno, hoy he decidido hacer caso a sus palabras y comenzar con lo que deje en casa. O sea la alimentación sana.

Tomo de la nevera un pescado, es muy bueno para la mente o eso creo. Un par de verduras estarán bien, sé preparar un platillo chino muy conocido "Steak de atun marinado".

Agradezco a mi profesora de cocina por todo lo que me enseño, vergonzosamente y para mi beneficio mi madre me obligo a ir a un curso de cocina. Mi madre puede ser muy controladora la mayoría del tiempo aun que gracias a ella ya no soy un desastre en la cocina.

-¿Dónde estás Tn? Juro que voy a matarte.- Harry entra a la cocina, está usando ropa desteñida de un color rosado pálido.- Aquí estas demonio.

-¿Qué le paso a tu ropa?.- No puedo parar de reír, se ve ridículamente gracioso.-

-Eso quiero saber. ¿Qué hiciste con mi ropa? Esta toda asquerosamente rosa.

¡Los cinco inútiles y yo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora