XV: Diente de León.

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Jake no había querido decir en toda la semana de lo ocurrido, y Mateo evitaba entonces quedarse a solas con él para evitar inconvenientes e incomodidades. Quizá habían sido solo unos simples besos debido al alcohol de aquella noche. Llegaron de nuevo a Edén para organizar las actividades de la semana. El primero en recibirlos fue el gran amigo de Mateo, Steffan di La Cour. ¡Vaya vaya pero miren quienes han llegado, los amigos que me abandonan!- comentaba Steffan refiriéndose a Mateo y a Eva- ¿Qué tal les ha ido? A mí de maravilla quedándome encarcelado acá por cosas de trabajo. Nos ha ido bien, nada fuera de lo común- contestó Mateo mirando a Jake con una mirada muy fría y atemorizante- pensé que te había ido con tu papá, por cierto, ellos son unos amigos de acá, él es Jake y él Charles, nuevos ingresos. ¡Vaya, hasta con nuevos amigos!- respondió Steffan con un tono muy sarcástico- un placer, Steffan Di la Cour, espero servirles de algo en algún momento durante su estancia acá en Edén; bueno Mateo avísame cuando podamos conversar sobre algo que me ha planteado mi padre para invertir por la fraternidad.

Cada quien volvió a su habitación para organizarse en lo que dependería la semana. Al día siguiente había preparaduría de Principios de la medicina y debían asistir con una monografía, así que Jake pasó la tarde entera en su habitación preparando tal ensayo. Necesitaba sacar buena nota. Al día siguiente entró a clases muy temprano y no supo nada durante ese tiempo de Mateo, era necesario alejarse de él. Al entrar a la clase noto que el Prof. Woodley estaba revisando los ensayos y había dado la actividad de colocarse en parejas para llevar a cabo una investigación. Jake no tenía con quien colocarse y entonces una hermosa chica pelirroja de pecas y gafas de montura negra se le acercó preguntándole si tenía pareja para el trabajo y el gentilmente le dijo que si, era ella. La chica sólo sonrió y le dijo: Un Placer, Zara Spencer. Se sentaron juntos y empezaron a realizar el trabajo. Pasaron el resto de la tarde caminando conociéndose uno al otro, Jake la invitó esa noche a una reunión en Edén a la que asistiría solo un grupo exclusivo de la fraternidad y podían llevar algún acompañante. Jake quedó en pasarla buscando por el Edificio de Callaham's Crew. La chica era realmente atractiva y parecía que se la estaba pasando bien con Jake.

Al llegar a su habitación para alistarse e ir a la reunión, Jake notó que tenía un mensaje en su bandeja de correo. Tuvo miedo en abrirlo, pero no le quedaba de otra, era necesario hacerlo.

"Querido Jake,

¿Qué me hiciste?, entiendo cuál es tu posición con respecto a lo sucedido, pero... no puedo dejar de extrañarte. No he querido acercarme a ti para no incomodarte, quisiera sólo saber cuáles son los motivos por los que te alejaste tanto de mi, ¿acaso te hice daño?

Recuerda nuestro diente de león.

El Mago"

Jake no sabía si responderle o salir a abrazarlo. Él estaba intentado estar bien al lado de Zara, ver si funcionaba y así concluir en que sólo era una confusión mental como le había dicho Charles. Además, había decidido seguir los consejos de su madre y de su amigo, era mejor evitar inconvenientes, la sociedad nunca aceptaría sus sentimientos y emociones, y él no quería ser bombardeo por el qué dirán. Entonces, decidió responderle:

"Querido Mago,

La vida es injusta, muy injusta. La vida es caprichosa, es delicada y celosa, es egoísta y complicada. Esa es mi vida, así soy yo. Necesito que entiendas que no quiero ser enfrentado a mis miedos, quiero quitarme estas ganas de angustiarme por la necesidad de besarte. Nada de esto me pertenece, mi vida se ha complicado al extremo.

Tú has decidido hacer tu vida de una forma, yo de otra, no somos compatibles. No se trata de nuestra similitudes ni nuestra diferencias, sólo que no pertenezco a este mundo al que estas acostumbrado a caminar. Necesito quitarme este sabor y dejarme solo la ansiedad de la despedida que te hago esta noche. No quiero que sufras, no quiero sufrir. Sólo necesito que sean recuerdos cargados de veneno. Déjame. Suéltame. He decido soltarte.

Discúlpame por las lágrimas en el caso de que lleguen a brotar, no es mi culpa ser responsable de ellas. Hay amores que no pueden estar juntos. Lo nuestro sólo fue una aventura a escondidas, pero ambos debemos entender que no nos pertenecemos, yo prefiero hacer un recuerdo a distancia y no un dolor cercano. Sólo quiero que seamos felices. Tienes derecho a ser feliz. Tienes una vida ya pautada, eres un chico famoso en la fraternidad tú mismo lo dijiste, no necesitas estropear eso. No seré yo quien lo haga. Esta vez no.

Disculpa mis ratos de emoción, disculpa haber escrito sobre ti. La luna fue cómplice de esa noche, ambos lo sabemos. No quiero despertar cada mañana extrañándote, pero tampoco quiero acostarme lleno de dudas y angustias. Mi mundo se dio vuelta y no quieres verlo, por un segundo deje mi vida en tus manos y pareció salirse de control. Discúlpame.

Algo si quiero que tengas claro, jamás te olvidaré. Jamás me voy a deshacer de cada uno de tus detalles, eso fue lo que me enamoró. Sólo discúlpame. Seamos dignos por honor.

Disculpa mis bordes, disculpa mi camino estropeado, no decidí que fueses tu caminar por él en este momento. Si la vida me recompensa, quisiera tenerte dentro de ella. Pero por ahora, debo soltarte. Je t'aime.

Jake King"

Aquel correo estremeció el corazón de Jake, y éste solo se dispuso a escuchar To Build a home, como señal de agradecimiento por los sentimientos florecidos hasta entonces. Se dispuso a terminar de vestirse, era inevitable llorar. Se arreglo se miró en su espejo y se repitió de nuevo a sí mismo: Hay amores que nacieron para ser felices, no para estar juntos. Esta frase inmortalizó aquel momento. Salió de su habitación y se acercó al edificio de Callaham's Crew para pasar buscando a Zara.



El Mayor de los MiedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora