"Your visa has been approved".
Sí, tengo permiso para entrar en los EEUU y trabajar como au pair. Hace cuatro días que viajé a Madrid y hace tres días que tuve mi entrevista en la embajada estado unidense.
Me emocioné muchísimo cuando la mujer tras el cristal me dijo que en una semana mi pasaporte con la visa llegaría a mi casa. Me hizo estar muy contenta y pensar en la gran posibilidad que tengo delante de mí, tan cerca que la puedo tocar con las manos.
La desazón apareció hace dos días. Hace dos días celebré mi cumpleaños 22 y lo hice en mi casa, en mi país y con mi familia.
No fue el cumpleaños más elaborado de la historia, ni tuve fiesta sorpresa. Es más, ni fiesta tuve.
Sencillamente mi familia me despertó cantándome el "cumpleaños feliz" y dándome mi regalo. Incluso el regalo no fue algo muy caro. Me regalaron un paraguas y una cajita metálica. Muchos pensarán que son una mierda de regalos, pero no me conocen, ni tampoco son yo. Aprecio estos regalos porque cada uno tiene algo que me gusta, cada uno tiene un significado que sólo yo y unos pocos conocemos.
Tampoco tuve una fiesta por parte de mis amigos ya que, sólo tengo una amiga. Mi mejor amiga y la única que, a pesar de no estar feliz con mi partida, me apoya en mi decisión. Ella vino a mi casa por la noche a darme mi regalo. Me trajo bastantes cosas, pero el regalo más importante y que más ilusión me hizo fue La Libreta. Sí, en mayúsculas. Ella misma decoro el interior y me dejó notas en varias páginas. Ha escrito una página para mi cumpleaños en EEUU, para cuando no estemos juntas. Me ha pedido (exigido) que escriba en La Libreta a lo largo de mi año en el otro continente y que cuando vuelva, ella lo va a leer. Y ese simple detalle va a ser una de las cosas más importantes que yo tenga en EEUU, junto con el paraguas.
Todo esto me hace pensar en lo sola que voy a estar en mi cumpleaños 23. Sí, voy a pasarlo con los amigos que haga hasta esa fecha, pero no puede compararse algo de unos meses, con algo que lleva años en mi vida. No niego que me lo vaya a pasar genial, que vaya a reír y a tener cariño a esas personas, pero llevo 22 años celebrando mi cumpleaños con la misma gente y en el mismo lugar. Cambiar las costumbres y no sentir un vacío, es imposible.
