Capítulo 8

3K 81 30
                                    

—Hemos llegado, señor —Ryan bajó del auto y nos abrió la puerta. Estamos en el estacionamiento subterráneo del departamento. No nos siguió ningún paparazzi.

—Bien, mañana vienes por ella. Ya sabes, evitalos a todos. Estamos en contacto.

—Si, señor —Nicholas se despidió de él con un gesto.

—Hasta mañana —me despedí del hombre una cabeza mas alto que yo.

—Hasta mañana, señorita —sonreí porque creí que iba a decirme señora. Odio que lo hagan. Nicholas jaló de mi muñeca bruscamente alejándome y llevándome al ascensor que tenía las puertas cerradas. Una vez acá saqué mi muñeca con un tirón de su agarre haciendo que me mire con la mandíbula apretada.

—No trato de decirte estúpida solo lo afirmo —y ahora sé que me está mirando para ver mi reacción.

—No tienes hechos en que basarte —él solo sonrió levemente transformando su rostro tanto así que se ve angelical ¿Por qué siempre respondo algo estúpido cuando me mira así?

Nicholas se acercó y estiró su mano para cubrir mi mejilla mientras que la otra estaba en su bolsillo. Estoy shock. Me acercó a él, acercó su rostro al mío rozando nuestras narices, siento su cálida respiración en mis labios. Dejé mi mente en blanco perdida en su tacto y ahora él simplemente podría aprovechar para hacerme lo que quiera porque sé que no me negaría. Rozó sus labios con los míos sin besarme.

Estoy confundida.

—Si los tengo... —susurró sobre mis labios, nuestras miradas se encontraron de nuevo— ... ¿Por qué sigues acá? ¿Por qué dejas que te bese cuando te trato tan mal? —susurró ronco confundido con el ceño hermosamente fruncido. Esas preguntas... Dios, tienes razón soy tan estúpida y masoquista.

— ¿Y tú por qué besas a alguien que odias? —susurré igual que él. Las puertas del ascensor se abrieron pero no salió nadie.

—Yo no te odio, ___. No puedo odiar a alguien que no conozco.

—Pero si besar —sonrió levemente.

—Tú dejas que lo haga... ¿Por qué? —contestó en voz baja sin mas y sentí mis mejillas arder. Él se dio cuenta y movió un poco su mano.

—Porque... —mierda, mierda, mierda— Porque me recuerda a él... —frunció el ceño otra vez pero esta vez parecía molesto, sus ojos inspeccionaban los míos en busca de la verdad, una verdad que ni siquiera sé cual es.

—Eso es mentira —parecía tratar de convencerse a él— Tu también me besas porque quieres —afirmó ¿Acaso él lo hace por eso? Aunque... pensándolo bien... yo también ¿O no?

Un flash sorpresa me dejó parcialmente ciega y Nicholas jaló de mi muñeca al ascensor. Tocó el botón del ascensor de nuestro piso muchas veces y este cerró las puertas dejando al paparazzi solo en el estacionamiento. Nicholas miraba las puertas mecánicas del ascensor pensativo con ambas manos en sus bolsillos ¿Qué tanto piensa? Aún sigue teniendo la curita en su frente y aún sigo preguntándome como se lo hizo, sé que él se peleó con alguien pero no sé quién. Mierda, ___, eso no te tendría que interesar.

—Por lo menos no estábamos peleando —comenté no tan convencida por miedo a su reacción. Nicholas sonrió con su mirada en las puertas del ascensor.

—Nosotros solo discutimos, nunca pelearía con una mujer —me miró con su mirada confundida.

— ¿Machismo?

—No. Simplemente respeto a las mujeres, ___ —abrí mis ojos sorprendida. Me gusta mucho cuando me nombra.

—Entonces ¿Que soy yo? Porque conmigo si te peleas—rió tan bajo que ni lo escuché. Negó.

Más que un matrimonio a la fuerza (Nick Jonas y tú) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora