-¡NO QUIERO MORIR DESANGRADA, MI VIDA COMO MODELO ESTÁ ARRUINADA!-chillaba la rubia retorciendose en el suelo -mi ropa, está ... toda sucia- decía Midorima con una cara de asco -Una emperatriz como yo no debería pasar por esto... - decía Akashi casi apuñalandose ella misma con sus tijeras -Me duele la espalda...- decía Murasakibara -Tener pechos apesta- decía ella misma -¡No vuelvas a decir eso! Los pechos son geniales- decía Aomine arrastrándose por el suelo-Yo estoy bien- decía Kuroko guardando la calma.
Momoi sólo las veía con un tic en el ojo, no aguantó más y gritó -A ver muchachitas, yo llevo buen tiempo pasando por eso a lo que ustedes llaman "desangrarse" y no he muerto hasta el momento- todas la miraban sorprendidas, Momoi tomó la mochila que llevaba con ella y sacó una bolsa de toallas sanitarias, la abrió y lanzó una a cada chica.
Como si se tratara de algo totalmente extraño las chicas la tomaron y la abrieron -¿para que queremos esto Satsuki? Lo que yo quiero es dejar de sangrar, es asqueroso- decía Aomine muy frustrada -Oh mi querida e ingenua Dai-chan... esto no es así de sencillo, éstas - dijo tomando la toalla en sus manos- es lo único que tenemos para controlar la furia de Andrés- todas las chicas palidecieron -Es como una historia de terror, Andrés viene una ve al mes haciendote pagar por las cosas malas que has hecho haciéndote sangrar y retorcerte del dolor- dijo Momoi y luego se soltó a reír. -¿Qué es tan divertido? Suena muy mal Nanodayo- dijo Midorima acomodándose los lentes y la cara pálida.
-bueno chicas, no quiero que ensucien más la ropa, es mejor que vayan al baño y se pongan las toallas o se den una ducha - Momoi les dio una pequeña explicación de como se ponían los "calmantes de Andrés" según Aomine y luego cada una fue a uno de los muchos baños de la casa de Akashi.
Midorima que estaba harta de estar sucia gracias a Andrés decidió darse un baño.
-ser mujer apesta- pensaba la peliverde mientras se bañaba.
Cuando terminó de darse la ducha Midorima se quitó un poco de agua del cabello y se envolvió en la toalla lo más rápido que pudo y a paso acelerado se fue a su habitación, tomó una de las bragas nuevas que habían comprado recientemente y se las puso (cabe aclarar que se puso también la toallita sanitaria) aunque ella no sabía que era observada por un joven con ojos de halcón.
-shin-chan es tan bonita- decía un sonrojado Takao con un par de tapones en las fosas nasales para evitar los derrames, el aprovechado azabache miraba a la peliverde desde la ventana placenteramente hasta que alguien lo golpeó en la cabeza -¡ eso duele!-chillo el azabache -Espiar a las chicas es malo Takao, aunque... supongo que es culpa de Midorima por dejar las ventanas y cortinas abiertas al cambiarse, te golpearía de nuevo pero creo que sería más divertido que la que te golpee fuera ella y no yo así que buena suerte- y se fue de ahí dejando a Takao sólo que al voltear de nuevo se topó con la cara enojada de la peliverde la cual le lanzó uno de sus zapatos al tiempo que cerraba fuertemente la ventana.
-valió la pena- fue lo único que dijo Takao.
Cada una de las chicas se fue a respectivo cuarto para al fin poder dormir, dada la hora que era Momoi se quedo a pasar la noche ahí.
La noche fue toda paz y tranquilidad, me gustaría decir que fue así también por la mañana, pero por lástima no fue así.
Lo que hizo que Momoi despertara fue el estruendoso grito de pánico de las chicas.
Momoi entró a la habitación más cercana que encontró (que por casualidad fue la de Aomine)
-¿qué sucede Dai-chan?- preguntó angustiada la pelirrosa a su amiga morena -Mi sábana parece la bandera de japón, Satsuki- Momoi soltó una risa y le dijo después -Ves que ser mujer no es tan sencillo como tu creías Dai-chan- Aomine desvio la mirada y dijo -¿qué se supone que haga ahora?- dijo casi hiperventilando -pues que más lavar la sábana obviamente- le dijo la pelirrosa, Aomine de mala gana quitó las sábanas sucias dispuesto a lavarlas.
Imitando lo que hacia Aomine todas las demás hicieron lo mismo, para cuando terminaron se sentaron el el gran sofá de la sala de estar de Akashi para "relajarse" según ellas.
-quiero un bendito helado- decía Murasakibara - pero estoy gorda, estaré soltera y viviré con 27 gatos- cundo dijo esto se puso a llorar -pero es que el helado sabe tan bien- decía sonriendo- pero entonces seré una gorda- dijo de nuevo llorando -pero seré muy feliz- dijo, entonces Kise la interrumpió -Basta Murasakibaracchi haces que me dulea la cabeza- decía la rubia en tono chillón, de pronto alguien tocó el timbre de la gran mansión, el mayordomo abrió la puerta dejando entrar a Takao, Kagami, Himuro y Riko -Muro-chin ¿verdad que soy gorda?- decía la incomprendida pelipúrpura -No Atsushi, no eres gorda, así como eres, estás perfecta- tras decir eso un sonrojo apareció en la chica que con una sonrisa en toda la cara abrazó a Himuro causando en el un gran sonrojo -Entonces Muro-chin ¿podrías ir a comprar helado?-decía Murasakibara como para aprovechar la situación, sin protestar Himuro salió de la casa para cumplir el.capricho de la chica.
Por su parte a Takao no le iba demasiado bien con Midorima -Shin-chan ¿por qué estás molesta conmigo?- preguntaba el azabache que era ignorado por la peliverde -Al menos deja de ignorarme Shin-chan- lloriqueaba como un niño pequeño.
De pronto la seriedad y frivolidad de Midorima se esfumaron para estallar en... ¿llanto?
Si, por extraño que pareciera Midorima estaba llorando -¿por qué lo hiciste? ¿por qué me espiabas ayer Bakao? -dijo entre lágrimas pero regresando a su tono furioso de nuevo -eres un descarado- dijo la peliverde mientras abofeteaba al chico -perdóname, no debí hacer eso ¿te lastimé?- preguntó la chica - aun asi te lo mereces- dijo de nuevo orgullosamente y confundiendo por completo a Takao.-¿pero que le pasa?- le preguntó Takao a Momoi -Se llaman cambios de humor Takao- dijo la pelirrosa -son comunes en esas fechas- dijo haciendo comillas con los dedos dándole a entender a Takao que las chicas estaba con el período.
-MALDITA SEA- decía una enojada Aomine -Quiero jugar baloncesto contra Bakagami pero cada vez que me pongo de pie pareciera que voy a morir desangrada- decía irritada -esto apesta- remató la morena.
Momoi se reía en sus adentros.
Akashi trató de mantener la calma pero le fue inútil ya que en cuestión de minutos se encontraba tan suceptible como las demás.
-malditos cólicos les ordeno que se vayan y mis órdenes son absolutas- decía la pelirroja heterocromatica mientras se retorcia en el suelo del dolor.
En la cocina Kagami le ayudaba a Riko a preparar una infusión para "calmar" el malestar de las chicas, y parecían haberlo conseguido, pero eso sólo duró unos minutos, ya que despues de un recortado tiempo las chicas ya se encontraban de nuevo sintiendo que morían.
<<y a penas es el primer día >> pensaba Momoi
En cuestión de horas las chicas tenían cara de muertos vivientes y el mal humor por los cielos.
<<Que dios nos ampare>> era lo único que pensaban Himuro,Momoi,Riko, Takao y Kagami.
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No debí desearlo.
FanficEllos no me entienden. Ellos ya no me escuchan. Ellos creen que soy débil. Ellos no me toman en serio. Ellos no comprenden nada. Quisiera que estuvieran en mi lugar para que comprendieran.