Voces

49 9 7
                                    

Buscó los auriculares.

Encendió la música.

Y empezó.

A cantar.

Primero la harmonía.

Melodías infinitas.


Llegó el estribillo.

Y picaron a la puerta.

No abrió.

Volvieron a picar.

Otra vez.

Fue hacia la puerta.


Abrió.

Nadie.

Cerró.

Picaron.

Abrió.

Nadie.


Escuchó una voz.

Se quitó los auriculares.

No escuchó nada.

Se los volvió a poner.

Y la volvió a escuchar.

Subió el volumen de la música.


Y la perdió.

A la voz.

Bajo el volumen.

Otra vez.

Y la escuchó.

Se sorprendió.


Mátate, escuchó.



SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora