Por qué no desapareces

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Díganle que por ella muero,díganle que por ella mato,díganle que tiempo atrás me preguntaron : ¿Crees en el amor?  Y les dije que no,pero diganle que las cosas cambian y que si me preguntarán nuevamente ¿Crees en el amor? Respondería que"Si es con ella,a ciegas" Key Rushford.

0. ¿Por qué no desapareces?

KEY

Olor: Metal

color : Escarlata.

Estado: Líquido.

Definición: Sangre

Resultado: Grave agresivo.

Causa: Romper las reglas.

Mi puño impacta su cara nuevamente, su líquido color rojo baja de su nariz como un fluido rebelde.
Llevo mis manos a su chaqueta de cuero y estampo su espalda contra la pared provocando que él haga una mueca y escupa en mi cara.

Excelente,su estupidez hubiera funcionado ...si no tuviera buenos reflejos

Aun así su acto me cabrea y empeño mi fuerza nuevamente en él, su mirada es de odio puro pero eso no es nada para lo que destila la mía.

Te explico las reglas nuevamente, imbecil.

-Recordemos las reglas-le digo presionando mis puños en el cuello v de su chaqueta de cuero.

El me mira nuevamente con repulsión, en su mirada me dice lo bestia y animal que le parezco.

El gruñe cuando lo separo de la pared levemente y lo empujo con fuerza.Me sorprende que no intente defenderse pero lo comprendo ya que la última vez (cuando le explique las reglas por primera vez) no salió muy bien que digamos.

Y por eso me veo en esta situación intentando ayudarle a comprender las normas.

- ¡Regla número uno!-Presiono apretando mis puños.

Frunce sus labios en una línea recta e intenta escabullirse pero solo logra que le de un golpe en su abdomen y presione nuevamente ahora en su cuello.

- ¡ La jodida regla número uno! -exclamo furioso.

Sus ojos están perdidos pero rápidamente levantó mi puño en forma de amenaza para que empiece a hablar.

- No la mires-responde en un aullido debido a que mi brazo no lo deja respirar con normalidad.

Le doy algo de respiración bajando mi brazo sin mover el otro el cual amenaza con partirle su nariz, otra vez.

-Regla número dos -digo ahora más calmado.

Su ceño se frunce y yo elevo mi ceja

No lo quieres decir, está bien yo te ayudo.

- ¡ La número dos!-vuelvo a presionar mis puños en su camisa.

-No le hables, no le hables-dice apresuradamente.

Sonrió fácilmente y suelto un poco mi agarre ,me doy cuenta que sus pies ahora tocan el suelo y que es unos centímetros más bajo que yo.

- La número tres-digo mientras limpio algo de polvo o caspa en su hombro derecho.

- Eres un cínico Rushford-escupe con odio.

Y su rodilla impacta mi abdomen, abro mis ojos y la furia vuelve a mi. Tomo una breve respiración antes de golpear su cara la cual a dejado desprevenida.

En el golpe siento los huesos de su mandibula y mis nudillos ahora se encuentran algo rojos.Aprovecho que el golpe lo ha dejado aturdido para volverlo a tomar por la camiseta y pegar su espalda estruendosamente con la pared.

- ¡ La tercera regla!¡Ahora! .

-No le sonrías-dice sin mirarme aún algo descolocado.

Sonrio y esta vez no lo dejo ni respirar cuando ya le estoy pidiendo la siguiente regla.

- La regla cuatro-digo sin apartar mis ojos de la situación.

- No la toques...ya ,lo dije ¿Feliz?

Ve que si puedes, ya casi terminamos ¿Qué te costaba ser amable y decirlo en dos tonalidades mas bajas? O simplemente ¿Que te costaba cumplirlas ?

-¿Quieres que sea feliz? Bueno, entonces aléjate-le digo.

Sus ojos me miran con el doble de odio que al inicio ,su labio está temblando de rabia y sus puños estan cerrados con fuerza.

- ¡ Pudrete! -me exclama empujandome logrando que me aleje unos escasos centímetros.

Si no fuera un momento serio me hubiera reído de lo ridículo que se vio mientras me empujaba haciendo que lo soltara y cayera al suelo.

Bastardo ridículo...

Aprovecho que está en el suelo para intimidarlo acercandome a el.

- ¿ Quieres que le regale a tu abuela otro de tus dientes? -amenazo.

El simplemente intenta levantarse pero mi pie se lo impide haciendo que su cabeza golpeé con el suelo.

-La quinta-le digo con mi pie en su pecho.

Silencio...

Aumento la presión en mi pie cada vez más intimidandolo.Gruñe estruendosamente e intenta sacar mi pie de su pecho pero sólo logra que lo patee para que se aquiete.

- ¡ La regla número cinco !-exclamó.

Su pecho sube y baja rápidamente, pero aún no dice nada. Finalmente levanto mi otro pie frente a su cara dándole a entender que si no dice la estúpida quinta regla lo dejaré inconsciente.

- No la recuerdo-dice finalmente.

Miente, lo sé.

Le dije por primera vez las normas semanas atrás y cada vez que intentaba romper alguna simplemente levantaba el número de dedos que indicaba la regla.

Y si que recordaba la ultima.

Pateó su costilla derecha con fuerza haciendo que suelte un quejido y se retuerza en el suelo.

-¡Que me digas la puta quinta regla !

Susurra un pequeño "bastardo" el cual me hace presionar mi pie en su pecho.

Creeme, amigo,soy totalmente capaz de dejarte sin oxígeno.

-No la...-intenta decir pero veo que no lo hará, así que le doy otra patada en sus costados.

Se dobla del dolor y lleva sus manos a sus costilla

¿Quieres que te ayude nuevamente ,amigo?

- No la beses. -responde finalmente.

Yo,como el gran caballero que soy le tiendo mi mano para ayudar a levantarse pero el la niega.

- Cabrón-me dice.

Me encojo de hombros mientras me doy la vuelta para largarme de alli.

Creo que eso le bastará.

Pero debo estar seguro.

A mitad de camino giro mi cuerpo para darle cara y veo que me he pasado un poquito pero realmente no me importa ni me pesa.

- La próxima vez que intentes algo,recuerda las reglas-le digo mientras formo una sonrisa para que vea lo feliz que me hace verle sangrar hasta por las orejas -o simplemente ¿Por qué no desapareces, amigo?.-finalizo.

Su silencio me da la razón ,asi que sonrio mientras doy media vuelta para largarme de alli.

No la mires,no le hables,no le sonrías, no la toques y no la beses.
¿Quieres conservar todos tus dientes?

Entonces cumple las reglas.

Te enseñaré como se juegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora