Prólogo: Sorpresas

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Todo empezó esa oscura mañana en el clásico Transilvania. Se suponía que no subiera a la Torre Crem pero esa bruja y su magia me hundieron en curiosidad. Mi mente le pertenecía en esos momentos y bajo las sombras de la noche dictó mi destino escrito en un viejo pergamino en lo que ella llamaba una profesía.

"Con tu enemigo la sangre compartes y sus fuerzas unirán, para así vencer una terrible oscuridad. El monstruo ya viene, sé astuta, de ti la paz depende, con el monstruo pelearas hasta su cabeza arrancar, mas no se te hará fácil, pues por el monstruo amor sentirás. Debes saber elegir, las únicas opciones son las destrucción o la paz."

Todo era confuso y parecía un pensamiento inconcluso. Pero de algo estaba segura, mi destino ya estaba marcado, pero no sería la única que tendría que enfrentarlo.

Los Nietos de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora