Me llamo Maelis, vengo de Dinamian, mi mejor amiga es Clarin, mis ojos son cafe, no tengo padres, un angel me enterro una flecha envenenada, soy un vampiro. Todo ocurrió tan rápido que casi ni me pude dar cuenta. Mi mente había borrado casi todo en el lecho de mi muerte. Sólo recordaba el agudo dolor que producía la transformación que comenzaba en mi sangre. Todo fue muy rápido y fue una decisión a la ligera. Para mí, fue muy extraño ¿ como pude tomar una decisión tan importante en cuestión de segundos sin pensarlo dos veces?. Mi vista se nubló y en ese preciso momento dejé este mundo. Todo pareció cuestión de segundos antes de que me levantará, pero no fue asi. Llevaba en cama cinco dias, palida, sedienta y diferente. El primer rostro que vi al abrir mi ojos, fue el de mi mejor amiga Clarin.
- Maelis!! - dijo en total alegría de verme despertar.
- Hay Clarín que bueno que..
No pude terminar mi respuesta cuando algo terrible invadía mi cuerpo. Escuchaba los latidos del corazón de mi amiga tan claros como el agua. El sonido era tan desesperante que sólo quería arrancarselo. Me puse feroz, a gritar y pataletear y en ese momento me doy cuenta de que mis pies, manos y tronco están sujetos a la camilla por cadenas de hierro puro. Me desesperé aún más y más pataleteaba luchando con las cadenas. Mis gritos llamaron a los médicos. Mi amiga solo rompió a llorar sentada en una silla de madera vieja. Mi dolor aunmentaba con todos ellos ahí. Así como escuché los latidos del corazón de mi amiga, escuchaba el de todos. No tenía idea de porqué, pero sólo sentía una deseo de arrancarle los corazones a todos y cada uno de los que allí estaban. De un momento a otro la puerta de entrada se abrió bruscamente y el hombre que me había convertido en esto, dio aparición.
Se dirigió hacia mí y les dijo a todos que se apartaran. Yo me tranquilice un poco pero seguía escuchando esos acelerados latidos y mi respiración seguía agitada. Tenía mi vista puesta en sus negros ojos.-Retirense todos - ordenó el hombre a todos con su mirada puesta en mi ojos.-
Todos se retiraron pero antes mi amiga y yo cruzamos miradas y noté que sus alas estaban decaídas así como mostrando su tristeza.
- Dime en este mismo instante que es lo que pasa- dije tan furiosa que el hombre dio una cara de asombro.
-Te convertí en vampira- respondió
-Eso lo sé. Lo que quiero es que me digas es porqué escucho los latidos de todo el mundo, porqué parezco una demente y porqué me tienen atada de todos lados. Es eso lo que quiero saber.-
- Verás, cuando alguien se transforma en este ser, sea hada o humano la persona que lo haga, al principio tendrá ciertas complicaciones- dijo mientras iba a sentarse a la silla de madera vieja en la que antes estaba Clarín.
-Que tipo de complicaciones- pregunté preocupada
- Sed de sangre - dijo secamente - los vampiros amamos la sangre-
- Pero según cuentan las leyendas es sólo sangre de animal - dije - y yo quería los corazones de esas hadas y las hadas no somos animales!-
- No son, querrás decir. ¿olvidas que tú ya no eres un hada?-.
- Bueno, eso no importa, el tema es porqué quería hacer eso con ellas. Porque quería sus corazones es lo que me importa saber.- dije poniendome nuevamente un poco molesta.
-Sencillo- dijo- Las leyendas están mal- culminó arreglandose una capa larguísima color azabache que llevaba puesta.
Chisquó sus dedos y mis cadenas rápidamente se rompieron y pude mover mis extremidades.
-¿Así que comes hadas? - dije seriamente.
-No usualmente- dijo con este único tono de orgullo que me irritaba.
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Los Nietos de Drácula
VampireTras la caída del sol, las almas vulnerables caen en el agujero oscuro de la muerte. Algunos dicen que la muerte es señal de que hubo vida una vez, pero en aquel extraño mundo de tinieblas, la maldición persigue a los seres atrapados por el mal. Y u...