Capítulo 3: Reaccion Mortal

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Mi amiga caía en un delirio cruel, mientras yo, en una melancólica aterradora. No podía aceptar que estuviera pasando eso, no podía ser. Comencé a moverla bruscamente ejerciendo mucha fuerza en mis brazos y le susurraba al oído que despertase que estaba bien. Le sublicaba que prevaleciera conmigo, que no podría hacer esto sin ella. Pero no tuve respuesta alguna y esa angustia me invadia por completo. No asesiné a cualquier persona, sino a la única persona que ha estado conmigo en todo momento. No tengo padres, ni familiares y ni siquiera un hermano. Clarín y su familia fueron mi único consuelo todo el tiempo. Arrebaté a una hija de dos hadas de tierra maravillosas y de tres hermanos adorables. Arrebatada el alma de aquella persona que vió como poco a poco me convertía en lo que soy. Al momento en que se desplomó solo mis lagrimas respondian a mi dolor. Lo más que me afectaba es que en el momento en que se desplomó en el suelo y murió, sus ojos miraban a la persona que le arrebató la vida.

            Yo.

 Todo esto pasaba muy rapido.

 ¿Como es que tu vida pasa a ser algo totalmente diferente a lo que solía ser de un momento a otro? Fracasé como hada, como asesina y como amiga en solo unos dias. Todo parecía estar en mi contra, como si cargase una maldición sobre mis hombros. Una maldición, de la cual no tenía escape.

De repente sentí como la mano de mi oscuro acompañante me tocaba el hombro, con un rostro decorado con una sarcastica expresión de pena. Sentía como la ira invadía mi cuerpo y el deseo de arrancar su cabeza en esos momentos. Todo esto era su culpa, le suplique con llanto que no quería hacer la transformación de mi amiga y él solo me obligó. Aún sintiendome  así no dije ni una palabra, sólo dejé que interpretara mi silencio y mi resquemor. Me extendió su mano todavía con su rostro sarcástico. Accedí a darsela y caminamos nuevamente al límite del balcón, con mis lagrimas cayendo pero mi rostro serio, con tal prepotencia. Desde balcón se visualizaban a todos, ansiosos por ver a Clarin tranformada.  Toda esa emoción y entusiasmo hasta que mi brual compañero dio el aviso de que Clarin había fallecido gracias a mi inmadures como vampira, causando revueltas entre la muchedumbre. ¿Quien no? Sólo llevo un dia viviendo como vampiro y el hombre solo planeaba que fuera una experta.

Vi como la familia de Clarín en especial Diana, su madre, decaian en lúgubre. El hombre se enojó aunque yo no sabía por qué. A mi entendimiento era simple, acababan de perder a su hija y hermana ¿quien no va a sufrir? Tal parece que el hombre no se lo tomó de la misma manera, así que optó por saltar del balcón que se encontraba en la menor de las tres puntas más altas del castillo. Ya abajo calló de pie causando impacto a todos icluyendome a mi. Con prepotencia caminó abriendo paso entre la multitud donde se encontraba Diana, la madre de Clarín, tendida en el suelo de angustia y llanto. Mientras tanto, yo en el balcon real, con mis manos sujetas del varandar de lianas me volví para dar vista al cuerpo de mi amiga y luego cruzar una mirada con la reina quien se encontraba junto a la puerta. Nos dirijimos una mirada de pena entre ambas.

 Me volvi hacia la multitud y me encontré con el hombre diciendo algunos murmulleos a la familia. No tenía ni la menor idea de qué podría ser lo que estuviese dirigiendo el hombre a la familia, pero de algo estaba segura. Basándome en su actitud altanera con la que pronunciaba sus palabras sabía que no acabaria bien con Diana. No soy de las que acierta todo lo que piensa pero esta vez estaba muy segura de que esa fría noche de neblinas opacas no acabarían en la muerte de mi amiga si no en la de todos. No sabía si tenía la razón con mis pensamientos, pero la realidad es que era lo menos que me preocupaba en ese momento, a mi alparecer no me importaba nadie, solo yo, solo el dolor que enfrentaba en ese momento por la muerte de mi querida Clarín . 

Fui hasta su cuerpo y me arrodille ante ella. Cerré sus ojo. no se por qué lo hice, solo pensaba que era una buena manera de disimular su partida, así parecería dormida y mi mente pensaría que descanzaba en paz.

Los Nietos de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora