Capítulo 1

715 46 9
                                    

-¡Bienvenidos sean todos!- grito el capitán del equipo haciendo que todos pusieran atención -¡como sabrá dentro de dos días será la fiesta de bienvenida de la escuela y con eso la novatada para los nuevos integrantes!- el escuchar eso puso a los nuevos nerviosos -¡todos sin excepción ya sean hombres o mujeres deben acatar las órdenes que se les darán!- grito dirigiéndose a los más jóvenes -¡esta vez la novatada consistirá en lo siguiente!....- el capitán hizo una pausa para dejarlos en suspenso -¡Matsuoka reparte los papeles!- el segundo al mando comenzó a repartir a cada uno de los nuevos un pedazo de papel -¡como verán en el papel que recibieron esta el nombre de una persona escrito ahí!- todos desenvolvieron el pequeño papel para mirar el contenido -¡la novatada consistirá en invitar a salir a la persona cuyo nombre está escrito en ese papel durante el festival de mañana y además de eso tendrán que invitarlo a venir a la fiesta de bienvenida del equipo que se celebrara el mismo día de la bienvenida de la escuela!- todos se quedaron en silencio pensativos -¡sin embargo no es tan simple como suena!....¡como se habrán dado cuenta las chicas recibieron como objetivo a una mujer y los chicos recibieron como objetivo a un hombre!...¡eso significa que invitaran a salir a la persona disfrazados de su sexo opuesto!...¡es decir los hombres estarán disfrazados de mujer y las mujeres estarán disfrazadas de hombre para invitar a su pareja!- cuando todos escucharon lo que tenían que hacer comenzaron a ponerse inquietos por tal tontería -¡quien no consiga a su objetivo tendrá que sufrir el entrenamiento del infierno!- el entrenamiento del que hablaba el capitán era el peor de todos. La mayoría que sufrían ese entrenamiento nunca lo acababa y casi la mitad de los participantes desfallecían a la mitad así que a como dé lugar todos tenían que cumplir con la tonta novatada -¡¿está claro?!- grito el capitán para reafirmar su autoridad -¡sí!- respondieron los nuevos ante la pregunta -¡Mañana a las 8 a.m. sus senpais los ayudaran a arreglarse así que no lleguen tarde!... ¡pueden irse ya!- finalmente termino la reunión

-¿quién te toco Haruka?- pregunto un joven a Haru

-un chico de tercer año de la carrera de fisioterapia, Makoto Tachibana- respondió sin muchos ánimos comenzando a caminar hacia la salida para dirigirse a clases. Durante las clases Haru no puso atención, no le interesaba la teoría cuando se trataba de natación y suspiro aliviado cuando estas terminaron para dirigirse hacia los dormitorios a descansar sin embargo cuando llego a su cuarto algo andaba mal. La puerta de entrada estaba entreabierta, estaba rota. Esa mañana antes de irse había notado que estaba algo suelta pero aguantaría sin romperse un poco si se trataba con cuidado, alguien la rompió y entro a su habitación. Esperando que todas sus cosas siguieran ahí entro finalmente notando al instante que todas sus pertenencias estaban tiradas en el piso, cansado comenzó a levantar poco a poco su ropa y enseguida se dirigió a su escritorio para darse cuenta que los mangas que había cuidado por tantos años habían terminados rayados con dibujos y frases obscenas, se arrepentía de haberlos traído pero había pensado que podría leerlos para distraerse

-¡hey Nanase!- lo llamaron desde la entrada -parece que te jugaron una broma pesada- por alguna razón Matsuoka Rin sonreía descaradamente -deberías pedir que arreglaran pronto tu puerta o tal vez se vuelvan a meter a tu cuarto y tus cosas esta vez podrían desaparecer- rio junto a otros integrantes del equipo de natación de la universidad, definitivamente ellos habían entrado a su cuarto -si- simplemente contesto Haru, Rin era su senpai y no debía faltarle al respeto a pesar de que era un maldito. Después de levantar un poco Haru se dirigió hacia la administración del edificio para reportar la imperfección quienes inmediatamente enviaron a un trabajador para que arreglara la puerta -gracias- agradeció la rapidez con que fue solucionado el problema ya que por fin podía descansar aunque seguía algo molesto por la forma en que sus cosas fueron atacadas pero no podía hacer nada, no tenía suficiente dinero y debía conformarse. La beca que recibía por parte de la escuela le ofrecía una habitación y las tres comidas de manera gratuita así que la idea de rentar fuera un cuarto lejos de sus horribles senpais no era permisible.

NovatadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora