Las medallas que daban en esa competición no eran de oro, plata o bronce pero lo que representaban asemejaban a si estuvieran hechas del mismo material y después de la premiación por los resultados obtenidos el capitán y el director decretaron que se debía celebrar por lo que en ese momento se encontraban en un bar comedor.
Cuando consideró oportuno Makoto se acercó a Haru quien al parecer se dejó llevar por sus compañeros bebiendo un poco de más -Seijuro ¿Puedo robárselos por un momento?- preguntó
-¡Makoto!- se vio feliz al verlo -¡Claro, claro! Es más, puedes regresarmelo mañana a las tres de la tarde- rió a carcajadas contagiando a Makoto y a los demás en la mesa
-Bien, ven Haru- siguiéndole a paso lento y torpe salieron del recinto hacia un lugar más tranquilo
Al encontrarse solos ya no pudo contenerse más, lo levantó en el aire -¡Haru-chan!- estaba tan feliz -¡Lo lograste!-
-Lo hice Makoto- se sujetó a él mientras el castaño giraba feliz
-Eres impresionante Haru-chan- lo bajó delicadamente tomando la medalla que lo adornaba para verla a detalle
Al notarlo se quitó su premio y trató de colgársela pero al ser más alto no pudo -Agachate- y así lo hizo quedando en cuclillas pudiendo al fin colocársela -Definitivamente ganaré una medalla de oro para ti- sonrió
-¿De verdad?-
-Si, ganaré muchas medallas y todas te las daré a ti- el alcohol provocaba en Haru ser un poco más hablador e inhibido. Nuevamente rodeo su cuello con sus brazos -A pesar del que tenerte en mi vida es el mejor premio que he recibido- Se sujetó aprisionándolo en su pecho provocando que el castaño cayera de sentón -Te amo Makoto- arrodillado frente a él se atrevió a besarlo a pesar de no estar totalmente solos.
Si Haru lo quería besar ¿Qué más daba? quién era él para impedirlo -Yo también te amo-
Makoto quería saborearlo un poco más pero el moreno cortó repentinamente el beso levantándose de su regazo -Quiero un masaje Makoto- Vaya que cuando estaba ebrio era un poco desconcertante -Bueno quiero dos…- Makoto se levantó del piso tratando de seguir la conversación -uno normal y uno sexy-
-¿Eh?- ¿había escuchado bien?
-Si, vamos- lo tomo de la muñeca arrastrándolo
-Pero…- no podían hacerlo
-vamos al hotel- suplicó
-Es que…- tenía que pensar en algo, por obvias razones no podían ir donde se quedaba hospedado el o Haru, debían ir a otra parte
-¿No quieres?- por supuesto que lo deseaba
-Yo...- al mirar a Haru dejó de importarle, se gastaría todo el dinero que le quedaba para el viaje de regreso, ya le pediría prestando a Asahi o a Natsuya ahora la prioridad era encontrar un hotel disponible y cercano -Vamos- permitiéndose llevar de la mano por Haru avanzaron pero repentinamente a unos cuantos metros se detuvo -¿Qué ocurre?-
-Cárgame- no le molestaba sin embargo al no estar en sus cinco sentidos podría caérsele -Por favor-
Se enojó consigo mismo al darse cuenta de lo condescendiente que era -Bien- Haru subió en su espalda y a paso lento emprendieron su camino -Esto es un déjà vu- rió al darse cuenta -recuerdas cuando me mordis…- no pudo terminar la frase pues el repentino dolor en su cuello le hizo gritar -¡Ah! ¡Dueleeeeee!- Haru lo había mordido otra vez en el cuello -Haru ¿Por qué hiciste eso?- se quejó tratando de aguantar el dolor
-Porque me gusta tu sabor- existían otras formas para degustarlo menos dolorosas pero no lo reprendería, como la vez pasada se vengaría marcando todo espacio que su bañador cubría.
Con éxito encontraron una habitación disponible aunque gastó todo su dinero Haru se lo retribuiría.
Ya en el cuarto no supo como rayos Haru se quitó la ropa tan rápido pues estaba boca abajo con solo ropa interior -No traje la pomada así que te daré tu masaje solo así- se posó sobre el moreno y comenzó a sobar uno de sus brazos hasta que llegó a sus hombros -Estás un poco tenso ¿Estabas nervioso por la carrera?-
-Si- susurro
-Ya veo- continuó con el masaje solicitando girarse hacia arriba para hacerlo en las partes faltantes. Al presionar uno de sus muslos soltó un quejido -¿Te lastimé?- preocupado preguntó
Haru negó -Se sintió bien- era buena señal para seguir presionando con esa fuerza sacándole suspiros un tanto obscenos -¡Mako…- intentó callar un quejido que salió más fuerte de lo esperado cubriendo su boca -Ya...- tal parecía que no podría aguantar más.
Dirigiendo su atención a la entrepierna miró la humedad y lo duro que ya estaba
-¿Ya quieres el otro masaje?- preguntó removiendo la última prenda que cubría la desnudez de Haru que solo asintió -Bien- veloz se quitó la camisa arrojándola hacia alguna parte del piso y con delicadeza levantó las piernas del moreno para abrirse paso entre ellas quedando sentado asemejando una penetración pero no satisfecho decidió subir una pierna a su hombro para poder admirar más de cerca y tener acceso a ella si quería lamerla a pesar de tener la restricción de no morder más allá de la parte no bronceada de piel.
Tomando su miembro inició el segundo masaje que no duró tanto ya que Haru no aguanto, el primer masaje había sido suficiente por lo que decidió preparar la parte por donde entraría y supo que era tiempo de ingresar cuando sus súplicas se hicieron más frecuentes y ruidosas. Quitándose por completo la ropa se colocó el condón penetrandolo sacando un gran grito que calló con sus labios
-Te amo- susurro junto a su boca el moreno
-Yo también te amo…- le correspondió en un suspiro y teniéndolo bajo su cuerpo le hizo una vez más el amor.
El sol de la mañana le lastimaba por lo que le costó un poco el abrir los ojos. Desorientado trato de incorporarse en la cama pero por alguna razón se sentía adolorido del trasero no obstante al ver al castaño durmiendo junto a él entendió el motivo. No lo recordaba del todo sin embargo llegaban a su mente imágenes de Makoto sobre él besándolo y haciendo más cosas bastante vergonzosa que prefería dejar para después -Haru-chan- se removió y Haru escogió por intentar sentarse recargándose en el cabezal de la cama -¿Qué hora es?-
Miró el reloj blanco en la pared -Son las once-
-Aún es temprano- se acomodó abrazándose a su cintura dispuesto a volver a dormir. Observándolo respirar lentamente notó que todavía traía la medalla en su cuello acariciando la correa de color azúl que la sostenía -Tu también…- comentó mirando a Haru desconcertandolo, no sabía a qué se refería y Makoto comprendió -Tu también eres el mejor premio que he recibido...- tomo sus mejillas aproximándose para besarlo -Pues eres la alegría de mi vida- sonrió, le encantaba su sonrisa y no le importaría despertar cada mañana junto a él para que iluminar cada uno de sus días con ella -¿Quieres que ya pida el desayuno?- negó, deseaba permanecer así por más tiempo -Esta bien- En ese instante se sentía pleno a pesar de que en el inicio tenía miedo como todos al llegar al lugar nuevo y lo que ello implicaba pues no sabía qué esperar más sin embargo lo que le trajo fue algo que nunca había imaginado, fue felicidad. Makoto era su felicidad y eso jamás iba a cambiar. Daba gracias a que un día a Mikoshiba Seijuro se le ocurrió hacer una estúpida novatada.
Fin.
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Gracias por seguir esta historia hasta el final
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Novatada
FanficEl equipo de natación prepara la novatada para los nuevos integrantes del equipo. Haruka Nanase un nuevo integrante deberá invitar a Makoto Tachibana a salir e ir juntos a la fiesta de bienvenida del equipo disfrazado de mujer.