Capítulo 12

232 23 8
                                        

Todos los días los entrenamientos de Haru eran exhaustivos y cada vez lo debilitaban más y más sin embargo aunque Makoto le dijo que llamara cuando necesitara un masaje no se había atrevido a hacerlo porque no quería molestarlo pero estaba tan casado que la vergüenza que sentía paso a un segundo plano y lo llamo

-hola Haru- saludo en cuanto Haru abrió la puerta –perdón por haber tardado-

-no, perdóname a mí por hacerte venir cuando estás tan ocupado- Makoto sonrió al ver como Haru se preocupaba por cosas tan insignificantes

-no te preocupes Haru, te dije que llamaras cuando me necesitaras- Haru se sonrojo por su amabilidad y lo dejo entrar –mira, traje una pomada que te ayudara- Makoto saco de su bolsillo un pequeño bote verde -pero necesito que te quites la ropa para que te la pueda aplicar-

-¿Qué?- Haru se sonrojo porque sería la primera vez que Makoto le daría un masaje directamente a su piel, cada vez que recibía uno por la vergüenza que sentía siempre era por encima de su ropa

-si...- Makoto también estaba nervioso porque sería la primera vez que tocaría a Haru de esa forma y aunque había hecho cosas incluso más intimas con él la situación podría tornarse un poco peligrosa -es una excelente pomada y le ayudara mucho a tu cuerpo-

-pero...- Haru no sabía si podría hacerlo

-solo tienes que quitarte tu playera y pantalón, solo eso Haru- intento restarle importancia para que Haru también lo hiciera

-bien- y avergonzado se giro para comenzar a quitarse la ropa

Temblando por los nervioso se quito sus prendas quedando solo en bóxers para después girarse lentamente hacia Makoto quien en ningún momento le había quitado la vista de encima –recuéstate Haru-

Completamente rojo acato la orden que le dio quedando boca abajo sobre su cama. Esperando el toque de Makoto cerró los ojos y al sentir la fría pomada que este lentamente unto sobre su espalda dio un pequeño saltito en su lugar –lo siento, está un poco fría- susurro Makoto al notar como se le enchino la piel y al escuchar el pequeño quejido que soltó

-está bien, continúa- contesto Haru hundiendo su cara en la almohada

Conforme el masaje continuaba y por la forma en que las manos de Makoto hacían fricción sobre su piel comenzó a sentirse más acalorado de lo normal además de que de alguna forma la posición en la que estaba era bastante problemática ya que sin querer su miembro se había levantado por el roce que hacía con la cama.

Ahogando sus exhalaciones cada vez que Makoto presionaba o apretaba alguna parte de su cuerpo rogaba que este no se diera cuenta de lo que sucedía porque si lo descubría morirá de la vergüenza sin embargo de un momento a otro Makoto se detuvo

-Haru-chan ¿Puedes girarte boca arriba?- definitivamente iba a morir de la vergüenza

-¿Por qué?- intento preguntar lo más calmado que pudo

-necesito masajear también la parte frontal de tus muslos-

-¿No puedes hacerlo en esta posición?- trataría de convencerlo para no hacerlo

-sí, pero sería un poco problemático además también debo aplicar un poco en tu pecho y en la parte delantera de tus brazos- y entonces supo que no podría hacer nada

Abrazando su almohada se giro lentamente para quedar frente a frente ante la mirada de Makoto esperando por lo peor

-Haru-chan...- lo escuchó susurrar pero no tuvo el valor para despegar su cara de la almohada –Haru...- y una vez más ignoro el llamado de Makoto –Haru- volvió a escucharlo pero esta vez sintió como uno tras otro fueron depositados sobre sus manos un par de besos –Haru-chan ¿Puedes darme la almohada?-

NovatadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora