CAPITULO 18: Decir adios

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-Voy a ver a Ben.-dice Mal.

-Adios.-se despide Jay, deseoso de que se retire.

Niego con la cabeza, sabiendo que jamas cambiara, y finjo prestar atención a mi portátil una vez mas, a la vez que acaricio el pelo del perro que tengo al lado. Colega, evidentemente. Cuando Mal se retira, pasan a penas unos segundos antes de que el portátil este apagado sobre la cama de Mal, y este en el escritorio, pasando las páginas del libro.

Evie, como es normal, dudaba, se preguntaba por que curioseaba el libro de Mal cuando las reglas estaban claras. Ni mirarlo.

-Te va a matar como sepa que has estado cotilleando.

-Bueno, que me mate, asi sera mas mala.

Evie se ríe, y continúa mirandosd al espejo cuando por fin encuentro el hechizo de desamor, que como el de amor va en alguna comida.

Disimulo, y apunto en la libreta de Historia todos y cada uno de los ingredientes, tapando en todo momento la letra con el codo. Cuando por fin he acabado, cierro el libro, y por si acaso presiono un poco sobre la tapa, ya que con este libro suele quedar marcada una linea que indica en que pagina se estuvo por ultima vez. Acabo aceptando que no sirve de nada, y arranco la pagina de la libreta, totalmente llena. La doblo para que nadie lea nada, cojo mi chaqueta, y pongo rumbo a las cocinas.

Los interminables pasillos estan llenos de gente, pero a medida que profundizo en el sotano, la multitud disminuye hasta las cocinas, donde el subterraneo provoca falta de luz, y es un tipo de oscuridad aterrador que extiende un escalofrío en mi interior, pero pronto enciendo la luz, y la cosa da menos miedo. Lo vacío que esta y la presencia de menos luz, tapada por culmnas de bandejas en el fondo hace que de la sensación de que, de un momento a otro algún tipo de criatura horrible vaya a saltar de algún mueble. Sin embargo, aun sacudiende ligeramente por escalofrio camino por el pasillo que forman las mesas y llego al lugar donde hace nada estábamos con Mal haciendo la pocion para Ben.

Trago salive fuertemente, y con la mano temblando extiendo el papel, ya arrugado por apretar el puño, descargando la cantidad de confusas emociones que sentia por lo que voy a hacer. Toda la fuerza que descargue apretando el papel, creo es mejor descargarla asi que ahogarme en mis propias lagrimas, que seria la otra alternativa.

Observo las palabras escritas, indicando los ingredientes, y casi con cada una puedo hacer que represente alguna función en la pocion.

Intento concebir en algún momento la idea de lo que va a significar esto, y podria hacer una lista mas larga que la lista de ingredientes que tengo delante de las cosas que van a cambiar. Joan y yo jamas, JAMAS, volveremos a estar juntos, hasta el punto, seguramente de no mirarnos. No volveré a ser el mismo. No podre integrarme con mis amigos, ni con nadie, seré conocido entre los buenos como el chico que intentó dominar el mundo para los buenos, y como el sensiblón para los malos. Sencillamente me quedare solo.

Y, aun asi, tengo que hacerlo.

Extiendo el papel sobre la mesa, sintiendo como si alguna mano me presionara el pecho, falta de aire, lagrimas que quieren salir... y no les dejo.

Empiezo a preparar todo, y se me hace raro, pues es como si cocinara, y por primera vez en mi vida.

Remuevo el contenido del bol sin ganas, pensando en el mayor numero de formas posibles de seguir mi vida después de que Joan pruebe el resultado de esto. No se me ocurre ninguna. Las lagrimas que no solte antes se me escapan ahora, justo cuando no estoy pendiente de contenerlas. Siento algo de ardor en el interior de la nariz, y no solo por el frio. Siento un nudo en la garganta que me ahogaria la voz, si alguien quisiera escucharla. El caso es que la única persona que querría seria ella, y ni puede hacerlo ahora, ni volverá a hacerlo nunca.

Para cuando quiero darme cuenta, una lagrima cae dentro del bol, uno de los principales ingredientes que no sabia si iba a conseguir, aunque lo pensaba y sabia que iba a ser de esta forma.

Respiro hondo y dificultosamente, con el nudo de la garganta aun fuerte e incómodo, dando paso al llanto para seguir. Me paso una mano por las mejillas, deteniendo el camino de algunas gotas, y camino con el bol para hacer una galleta y meterla en el horno. Recuerdo lo de la ultima vez, añado unas pepitas de chocolate, y por fin puedo esperar a que acabe.

* * * * *

Cierro la taquilla, con la bolsa de plástico en la mano.

-Hola.-saluda Joan.

-Hola.-digo con timidez.

-¿Que tal?

-Bien... ayer estuve, haciendo galletas con los chicos.-miento.

-¿En serio?-pregunta tras encoger las cejas con extrañez.

-Si... y quería saber tu opinión.-digo, enseñando la bolsa.

La observa con duda, seguramente teniendo en cuenta la cantidad de historias de malvados que usan dulces o comidas apetitosas como tapadera para horribles pociones que acaban con su vida. Sin embargo, si puede decirme que me quiere de repente, algo asi no lo puede hacer a regañadientes.

Coge la bolsa de plástico, y luego la galleta. Lo primero que pregunta es si yo no quiero, y miento diciendo que no, aunque me vendría bien. De todas formas, no quiero librarme de lo que siento por ella.

Asiente al principio, y mas tarde por no hablar con la boca llena dice que esta muy bueno. Conozco los efectos de esta poción, hasta le afecta a la memoria, no solo hace que deje de gustarle, le hace creer que durante un tiempo ha callado que no esta enamorada de mi de verdad. Si es que en algún momento fue tan buena como para estarlo.

Durante unos segundos parece dudar de algo, que es evidentemente si decirmelo o seguir callando. Al final respira hondo y pega pequeñas patadas al suelo, evitando mirarme.

-Tengo... tengo que decirte algo.

Lo ha hecho. Intento prepararme para lo que va a decir, aunque no estoy listo en ningún momento, como siempre. Dejó que hable.

-Vaya... no se como hacer esto, nunca hice nada parecido.

-Quieres romper conmigo.-aseguro.

Su cara representa la duda, no se explica como lo sé, pero no solo por saber desde el principio que esto iba a pasar, se ve que no lo niega.

Me doy la vuelta y me alejo, sin mucho que pensar.

Solo se que no me estoy alejando de ella. Me estoy alejando de toda mi fuerza.

enemy ;; carlos de vil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora